La Asamblea General de la ONU inauguró este martes, con una defensa del "multilateralismo", su 74 periodo de sesiones con la vista puesta ya en la próxima semana, cuando acogerá a buena parte de los líderes internacionales para sus reuniones anuales.
En un tradicional acto protocolario, el nigeriano Tijjani Muhammad-Bande asumió oficialmente la presidencia de la Asamblea, un cargo para el que fue elegido el pasado mes de junio.
El diplomático africano sustituye en el puesto a la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, que este lunes cerró su año al frente del órgano en el que se sientan los 193 Estados miembros de Naciones Unidas.
Junto a las habituales cuestiones de paz y seguridad, Muhammad-Bande ha señalado como sus prioridades la lucha contra la pobreza y contra el hambre, la promoción de una educación de calidad, la acción climática y la inclusión.
"Todos estos son elementos clave dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ya acordados y nuestra labor es tomarlos juntos como algo interrelacionado", explicó el presidente de la Asamblea a los periodistas.
"Lograr cada uno de ellos requerirá progreso en otros frentes", recalcó Muhammad-Bande, cuyo programa fue muy aplaudido por el secretario general de la ONU, António Guterres.
El diplomático portugués, en un discurso para marcar el inicio del nuevo periodo de sesiones, celebró además el compromiso de Muhammad-Bande con los derechos humanos y la paridad de género.
"El mundo actual está cambiando rápidamente. Nuestros desafíos son globales y cada vez más interconectados", recordó Guterres, que subrayó la importancia de que Naciones Unidas sea capaz de convencer a la gente de su relevancia y de que el "multilateralismo ofrece soluciones reales".