El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto votar este jueves dos resoluciones rivales para un alto el fuego en la provincia siria de Idlib, una en la que Bélgica, Alemania y Kuwait llevan trabajando desde el mes pasado y otra propuesta por Rusia a última hora para contrarrestarla.
Según dijeron a Efe fuentes diplomáticas, las dos partes han solicitado que sus respectivos textos sean votados, tras no lograr un compromiso sobre el contenido.
La iniciativa de Bélgica, Alemania y Kuwait nació en agosto con el fin de demandar un alto el fuego que protegiese a la población civil ante la ofensiva del Ejército sirio y Rusia contra las facciones armadas e islamistas en Idlib, el último gran bastión rebelde.
Apenas un par de días después del anuncio de esa propuesta de resolución, Siria anunció una tregua, pero los ataques no han terminado de detenerse por completo tras una pausa inicial.
Moscú, el gran aliado del Gobierno sirio, se opuso a la resolución durante las negociaciones en la ONU, insistiendo en que se debe dejar claro que las acciones armadas contra grupos "terroristas" deben poder continuar incluso si hay un alto el fuego.
"Nadie niega que hay civiles en Idlib que viven en condiciones muy difíciles. Sin embargo, no hay otra forma de resolver su sufrimiento que liberar la zona de yihadistas, que simplemente tiene a los civiles como un escudo para proteger sus propias posiciones", defendió esta semana el embajador ruso, Vasili Nebenzia, en una conferencia de prensa.
Rusia, que durante los últimos años ha utilizado varias veces su poder de veto para frenar resoluciones sobre Siria, decidió finalmente presentar un texto alternativo este miércoles.
A priori, la intención de Moscú sería bloquear la resolución de Bélgica, Alemania y Kuwait y buscar apoyo para la suya, algo que tiene pocos visos de prosperar.
Esta semana, los líderes de Rusia, Irán y Turquía abordaron la situación en Idlib, acordando tratar de rebajar la tensión, pero sin avances demasiado concretos.
La ONU, por su parte, ha anunciado la puesta en marcha de una comisión que se encargará de investigar los ataques sufridos en la zona por instalaciones que contaban con su apoyo o que estaban específicamente incluidas en el acuerdo de cese de hostilidades que imperaba en Idlib en virtud de un pacto entre Rusia, aliado de Damasco, y Turquía, que apoya a algunos de los grupos rebeldes.