Limitar el calentamiento global a niveles aceptables requiere que los Estados dupliquen o incluso tripliquen sus compromisos actuales, advierte en una entrevista con Efe Luis Alfonso de Alba, el diplomático mexicano encargado de organizar la Cumbre para la Acción Climática que la ONU acogerá el próximo lunes.
Naciones Unidas espera que la cita deje de un lado los tradicionales discursos y sirva para impulsar "acciones concretas" en materia de clima, tanto anuncios nacionales como a través de coaliciones, más allá de lo pactado en el Acuerdo de París de 2015.
"Si vemos lo que ha sido la evolución desde París de los compromisos que los Estados han ido presentando, resulta evidente que esos compromisos tienen que duplicarse y en algunos casos hasta triplicarse", explica el enviado especial de la ONU para la Cumbre Climática.
El objetivo, recuerda, es que las temperaturas no suban este siglo más allá de 1,5 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales y ello va a requerir "una reducción de emisiones por lo menos del 45 % antes de 2030".
"Y la neutralidad de carbono hacia el 2050 y de preferencia antes", añade, admitiendo que se trata de un reto enorme, pero que es sin duda factible.
"Lo primero que hay que hacer es tener muy claro que hay que ponerle un alto al consumo de combustibles fósiles, empezando con el carbón", explica De Alba.
Para el enviado de la ONU para la Cumbre sobre la Acción Climática, en ese ámbito hay señales "muy alentadoras", con grandes avances en energías renovables y compromisos importantes por parte de empresas que tienen mucho que decir.
"Estamos viendo que el sector privado cada vez tiene más claros los riesgos de no hacer esta transición, al mismo tiempo que las oportunidades para quienes estén en condiciones de adelantarse", explica.
En el caso de los Estados, De Alba cree que es "momento de mostrar voluntad política", pues "hay señales de urgencia mucho más claras y niveles de ambición más altos" que en 2015.
Al mismo tiempo, insiste, "hay soluciones más evidentes de las que teníamos en París y un movimiento muy positivo a nivel global, donde los países han empezado a asumir responsabilidades individuales".
Según apunta, "son pocos los países que siguen apostando por los combustibles fósiles todavía bajo la creencia de que su costo es mucho menor que el de las nuevas energías".
A quienes se mantienen en esa vieja postura es necesario "demostrarles que es incorrecto", recalca De Alba: "No es un asunto de ideologías, no es un asunto de retóricas, es una realidad".
Para el diplomático, que ya en 2010 lideró como enviado de México las negociaciones de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático celebrada en Cancún, uno de los factores clave hoy en día es la movilización ciudadana, sobre todo de la juventud.
"En los últimos meses el movimiento de los jóvenes ha adquirido mucha mayor relevancia. Ha venido a despertar conciencias en muchos lugares, en muchos continentes, a movilizar a muchísimos jóvenes", destaca, recordando que las nuevas generaciones no sólo están presionando, sino también aportando sus propias soluciones.
Uno de los grandes nubarrones que acecha a los esfuerzos contra el cambio climático es la postura del Gobierno de Donald Trump, que ha anunciado la retirada de EE.UU. del pacto de París y que ha dado marcha atrás en muchos compromisos del anterior Gobierno.
"Desde luego el anuncio de Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París es algo que nosotros lamentamos y que ojalá se pudiera revertir, pero también valoramos lo que están haciendo otros actores, tanto en el Gobierno federal como en los gobiernos locales, la sociedad civil y el sector privado en este país", subraya.
De Alba, como muchos expertos, ve el cambio climático como el gran desafío al que se enfrenta actualmente el mundo.
"Una de las mayores amenazas", recuerda, pero también algo que abre la puerta "a una de las transformaciones más importantes de la humanidad".
"Una nueva revolución industrial con un potencial para la innovación y la creatividad que sin duda también reactiva la economía, abre oportunidades de creación de nuevos empleos y nuevas formas de producción y de consumo", subraya.