El expresidente de Túnez Zine El Abidine Ben Ali ha fallecido este jueves a los 83 años de edad en Arabia Saudí, donde vivía exiliado desde que fue derrocado en 2011 en la llamada Revolución de los Jazmines.
Según ha confirmado a Efe el abogado de la familia Mounir Ben Salha, "ha fallecido a las 15 hora local (de Riad, 12.00 GMT) tras luchar contra su enfermedad, por la que había sido hospitalizado durante los últimos tres meses y que le obligaba a recibir cuidados intensivos". Según el portavoz, será enterrado en Arabia Saudí.
El estado de salud del exmandatario, conocido entre los tunecinos como "Zaba", era delicado y llevaba años en tratamiento a raíz de que se le diagnosticara un cáncer de próstata.
Ben Ali huyó de Túnez el 14 de enero de 2011 tras semanas de protestas contra las desigualdades sociales que desencadenaron la llamada Revolución de los Jazmines, la cual puso fin a sus 23 años en el poder y llevó al país a iniciar un proceso democrático en el que se encuentra inmerso desde entonces.
Tras su exilio, fue condenado por la justicia civil a 35 años de cárcel por delitos de corrupción, malversación y blanqueo de dinero, mientras que la justicia militar le sentenció a varias cadenas perpetuas por homicidio voluntario e intento de homicidio. Ben Ali fue militante activo de las Juventudes Socialistas Desturianas, rama juvenil del PSD de Habib Burguiba, lo que le llevó a ser encarcelado en 1952.
Ben Alí fue nombrado Primer Ministro el 2 de octubre de 1987, cargo que simultaneó con la cartera del Interior y con el puesto de secretario general del gobernante Partido Socialista Desturiano (PSD). Algo más de un mes después, siete doctores declararon incapaz de gobernar al entonces mandatario Habib Burguiba, que había dirigido el país durante tres décadas, y Ben Alí tomó posesión de la Presidencia, reservándose la cartera de Defensa.
El 2 de abril de 1989 fue refrendado como presidente en unas elecciones a las que concurrió como único candidato. El referéndum celebrado en mayo de 2002, que secundó la práctica totalidad de la ciudadanía, permitió modificar la Constitución, así como la reelección de Ben Alí cuando cumpliera su tercer mandato, ya que hasta ese momento solo estaba permitido acumular tres quinquenios en el poder.
Sus victorias electorales estuvieron rodeadas de polémica: en todas ellas superaba el 90% de los sufragios y algunos candidatos de la oposición fueron descartados durante la carrera presidencial.