La XVII Cumbre Mundial de los Premios Nobel de la Paz concluyó este sábado en la ciudad mexicana de Mérida con un llamado a vigilar la convivencia humana en un marco de respeto y asumir un compromiso que evite un mayor deterioro del planeta.
En el acto final, el gobernador del suroriental estado de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, resaltó el éxito del encuentro, así como las experiencias que el evento dejó en esta tierra.
Vila Dosal dijo ante unas 3.000 personas que estuvieron en el Centro Internacional de Congresos que "todos podemos hacer la diferencia y aportar nuestro granito de arena por la paz mundial".
"Podemos hacerlo con pequeñas acciones individuales, empezando por la casa, amigos, el barrio y la ciudad, que se multipliquen todas ellas, mandando un mensaje poderoso, no solo a nuestros hermanos, sino al mundo", agregó.
A su vez, en nombre de los jóvenes del mundo, un colectivo de ese sector se pronunció, a través de diversos representantes, por defender todas las libertades, entre ellas la de expresión.
Eso, dijeron, ayudará a garantizar la paz y los derechos de las minorías, pues los medios son la compuerta que impulsa el compromiso social, aunque hay que decir que es imposible avanzar con información falsa.
Asimismo, se pronunciaron por continuar los esfuerzos en favor del desarme nuclear y evitar la amenaza que ello representa.
De manera especial, los jóvenes de esta cumbre resaltaron el papel de la educación como la herramienta más potente para generar la paz.
Por su lado, al dirigirse a la concurrencia con la declaratoria final, denominada la "Declaración de Mérida", la Nobel de la Paz 2011, la liberiana Leymah Gbowee, se pronunció en favor de lograr un entendimiento renovado del concepto de la paz.
"Después de la devastación de dos guerras mundiales, una serie de guerras ideológicas, religiosas y civiles, la ausencia relativa de la guerra se ha confundido como si fuera un logro de paz", expuso.
Sostuvo que mientras las libertades básicas "sean flageladas y exista la flagrante corrupción, la violencia, la desigualdad, la discriminación, no puede existir esta paz verdadera y por lo tanto no podemos alcanzarla".
"Creemos que la verdadera paz no puede separarse del logro de la verdadera justicia, y estamos preocupados profundamente por las amenazas existentes al bien común", añadió.
La liberiana pidió también a cada ser humano "entender cómo estamos conectados, no solo unos con otros sino con toda la vida", y resaltó que "cualquier amenaza al bienestar de nosotros o del medioambiente nos afecta a todos".
"En este momento pedimos a cada persona dejar su huella de paz por el mundo que todos compartimos y hacemos un llamado a los ciudadanos a contribuir en la construcción de un mundo más justo, más pacífico y más sostenible", puntualizó.
En el acto participó el cantante puertorriqueño Ricky Martin, quien recibió un reconocimiento de la cumbre en forma de paloma, simbolizando la paz.
Martin, esta misma noche, ofrecerá una presentación ante unas 25.000 personas en el Monumento a la Patria en el Paseo de Montejo, la avenida más importante y emblemática de Mérida.