Israel ha bombardeado esta madrugada la localidad de Yenín, en el norte de Cisjordania y uno de los bastiones de los milicianos palestinos, en una operación militar a gran escala en la que han sido asesinados al menos ocho hombres, según la agencia de noticias palestina WAFA.
Tres de las víctimas fallecieron por el ataque con misiles, lanzados por aviones del Ejército israelí contra Yenín y su campamento de refugiados, detalla la agencia. Otras tres murieron de un disparo en la cabeza y otra víctima, en la cabeza.
La incursión israelí dio comienzo de madrugada, primero con el bombardeo y, a continuación, decenas de vehículos militares y de soldados irrumpieron en Yenín, principalmente en el campamento de refugiados, que es una barriada de la ciudad. Según el corresponsal de WAFA, las tropas israelíes han cercado el campamento y prohibido el paso a las ambulancias.
La Autoridad Nacional Palestina, que gobierna la Cisjordania ocupada, ha calificado de "brutal agresión" la operación israelí de este lunes y el Ministerio de Exteriores de la ANP ha denunciado los "crímenes israelíes contra civiles indefensos, incluidos ataques contra ambulancias, personal médico y centros de salud que privaron de primeros auxilios a los heridos, así como ataques contra mezquitas y viviendas".
Mientras, la Presidencia palestina ha declarado en un comunicado que "lo que el Gobierno de ocupación israelí está haciendo en la ciudad de Yenín y su campamento es un nuevo crimen de guerra contra nuestro pueblo indefenso" y el presidente, Mahmud Abás, ha convocado una reunión de emergencia.
La televisión Al Araby ha denunciado que uno de sus equipos ha sido blanco de disparos en Yenín, según su corresponsal Amid Shahada, que salió ileso, mientras que la cámara con la que estaba grabando fue dañada y el aparato para retransmitir en directo salió ardiendo.
Por su parte, Israel ha asegurado que sólo ha atacado "infraestructuras de los terroristas" en Yenín y ha negado haber bombardeado el llamado Teatro de la Libertad, una simbólica institución de esa localidad.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa israelíes anunció a primera hora de la mañana en su cuenta de Twitter que están actuando contra "paraísos seguros" de los terroristas en Yenín, en concreto, en el campamento de refugiados, donde tuvieron como blanco un "centro de operaciones de los terroristas y de la Brigada de Yenín (que aglutina a todas las milicias de las facciones palestinas armadas) utilizado como centro avanzado de observación y reconocimiento, como almacén de armas y explosivos, y de coordinación y comunicación entre los terroristas".
La operación, que inició alrededor de la 01:00 hora local, continúa al mediodía de este lunes y las tropas israelíes de tierra están incautando armas y buscando sospechosos en el campamento, donde también se ha registrado intercambio de fuegos entre los soldados y los milicianos.
Unas 12 oras después, el Ejército ha informado de que ha vuelto a bombardear el campamento, "para eliminar la amenaza", tras el tiroteo entre sus fuerzas y milicianos cerca de una mezquita en el campamento de Yenín.
Los portavoces de Israel han explicado que buscan "romper la dinámica de los terroristas", cuya estrategia era "cometer ataques contra objetivos israelíes" y correr a refugiarse al campo. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha felicitado a las fuerzas de seguridad por el operativo: "Frente al terrorismo, adoptaremos un enfoque proactivo y decisivo. Cualquiera que perjudique a los ciudadanos de Israel pagará un alto precio".
El periódico israelí Haaretz informa de que la operación podría prolongarse y podría lograr sus objetivos en 48 horas, según fuentes de seguridad.
En una incursión hace dos semanas en Yenín —que duró 9 horas y mató a siete palestinos— el Ejército de Israel usó por primera vez desde la Segunda Intifada helicópteros de combate; tres días después lanzó el primer ataque aéreo con dron sobre ese territorio desde 2006, en el que mató a tres milicianos palestinos que viajaban en un coche. Ese "asesinato selectivo" fue el primero registrado en Cisjordania en casi dos décadas, aunque Israel tiene un largo historial de este tipo de ataques en Gaza y otros lugares.
Entre ambos episodios, dos miembros de Hamás atacaron el asentamiento de Eli, en el norte de Cisjordania ocupada, en el que murieron cuatro colonos. También se han producido agresiones colonas a aldeas palestinas, lo que ha elevado aún más la tensión en la zona y las voces partidarias, especialmente en la ultraderecha israelí, de una operación militar a gran escala en este territorio.
Cisjordania vive su mayor pico de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005) y, en lo que va de año, 146 palestinos han muerto en el marco del conflicto, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes, pero también civiles, incluidos 23 menores. En el lado israelí, han muerto 25 personas, la mayoría colonos y cinco de ellos menores.
Además de las víctimas de Yenín, esta madrugada Israel ha matado al palestino Mohamed Imad Hasanein, de 21 años, en Al Bireh, en el centro de Cisjordania, cerca de Ramala, en un incidente del que no han trascendido más detalles.
