El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, restó este martes importancia a las últimas protestas en su país, las mayores contra el mandatario desde 2016, y advirtió sobre los peligros de no alcanzar un acuerdo con Etiopía sobre la presa del Renacimiento en el Nilo, en su intervención ante la Asamblea de Naciones Unidas.
En un discurso de color panafricanista, que concluyó con un llamamiento a la búsqueda de la paz, la cooperación y la promoción y la protección de los derechos humanos, Al Sisi pasó por alto las protestas ocurridas el pasado viernes en distintas ciudades del país y que acabaron con más de 300 detenidos.
Según abogados de derechos humanos, alrededor de 200 de los arrestados han sido acusados por la Fiscalía egipcia de la Seguridad del Estado por "manifestarse sin permiso" y "participar en un grupo terrorista", entre otros cargos.
Al Sisi sí culpó ayer al "islam político" de los Hermanos Musulmanes, de estar detrás de estas manifestaciones y aseguró que este movimiento es "un problema" que ha generado mucha inestabilidad en el norte de África.
Durante un encuentro con el presidente estadounidense, Donald Trump, Al Sisi subrayó que el pueblo egipcio "ha demostrado que está en contra de que el islam político controle el país", en relación al golpe de estado que encabezó en 2013 contra el entonces presidente Mohamed Morsi, miembro de los Hermanos Musulmanes.
Por otra parte, Al Sisi se refirió a la crisis política que mantiene con Etiopía por la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD, por sus siglas en inglés) en el Nilo Azul y aseguró que las conversaciones "no han logrado los resultados previstos".
"Si siguen estancadas las negociaciones habrá repercusiones negativas para la estabilidad y el desarrollo de toda la región y sobre todo de Egipto", dijo el mandatario que insistió en que su país reconoce el derecho de Etiopía al desarrollo, aunque remarcó que "para Egipto, el agua del Nilo es una cuestión existencial".
Durante su discurso, en el que pidió una mayor cooperación para la solución de los conflictos y crisis en la región, entre los que citó, Libia, Siria y Yemen, también hizo un llamamiento a luchar contra el terrorismo y sus fuentes de financiación y apoyo.