Israel ordena el bloqueo total de la franja de Gaza en represalia por el ataque de Hamás

El recuento de víctimas en el lado israelí, después del brutal ataque del grupo palestino Hamás este fin de semana, es de 700 muertos y casi 2.400 heridos, incluidos 22 en estado crítico. Al mismo tiempo, 493 gazatíes han fallecido, entre ellos 91 niños, y más de 2.700 están heridos, después de los bombardeos que están golpeando incesantemente Gaza desde el domingo por la noche y hasta el momento.

Aparte de los ataques aéreos y con misiles contra la franja, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha anunciado este lunes el bloqueo total del pequeño territorio palestino, lo que significa que dejará de recibir suministro de electricidad, alimentos y combustible.

"No habrá electricidad, alimentos ni combustible" que provengan de Israel, ha señalado el ministro, según un comunicado de su oficina. "He dado una orden: Gaza estará bajo un cierre total. Estamos luchando contra terroristas bárbaros y responderemos en consecuencia".

Gaza ya se encuentra bajo bloqueo por aire, tierra y mar desde 2007, cuando Hamás tomó el control de la franja, donde viven hacinados más de dos millones de habitantes y que cuenta con una sola central eléctrica que necesita combustible para funcionar y abastecer a hospitales y otras instalaciones básicas. Muchos alimentos también entran a la franja desde Israel, ya que el enclave no dispone de suficiente agua ni medios para cultivar hortalizas o criar animales.

Por su parte, la organización Human Rights Watch ha denunciado en un comunicado que las políticas israelíes contra la población de Gaza son "un castigo colectivo ilegal, que es un crimen de guerra". También Amnistía Internacional ha recordado que "tener como blanco a civiles de forma deliberada, llevar a cabo ataques desproporcionados e indiscriminados que matan o hieren a civiles son crímenes de guerra". Ambas ONG defensoras de los derechos humanos han pedido a ambos bandos hacer todos los esfuerzos por proteger a los civiles en esta confrontación, que es la más grande de los últimos años entre Israel y los palestinos.

El principal portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, ha prometido que sus tropas continuarán “a atacar de esta forma, con esta fuerza, continuamente” la franja, algo que vienen haciendo desde la noche del sábado y, sobre todo, desde anoche con especial virulencia.

Las Fuerzas de Defensa de Israel han llamado ya a filas a unos 300.000 reservistas desde que declararon el estado de guerra el sábado, pocas horas después del brutal ataque coordinado de Hamás, con hombres armados infiltrándose en territorio israelí y el lanzamiento de miles de cohetes sobre el sur del país. En la mañana del lunes, más cohetes han impactado en territorio israelí y las sirenas han vuelto a sonar en las zonas próximas a Gaza, de donde han sido evacuados la mayor parte de los residentes a zonas más seguras.

Hagari también ha informado de que las unidades del Ejército han recuperado el control de las comunidades en las que habían penetrado los milicianos palestinos, aunque todavía hay algunos focos de resistencia y continúan los enfrentamientos en puntos aislados.