Al menos 21 soldados de Israel han muerto este lunes después de que se derrumbaran sobre ellos dos edificios con explosivos en el centro de la Franja de Gaza tras el lanzamiento de un cohete antitanque contra su posición. Es el suceso con más bajas entre las tropas israelíes desde el inicio de la ofensiva terrestre en el enclave, el pasado 27 de octubre.

El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, ha dicho que "alrededor de las cuatro de la tarde los terroristas dispararon un cohete antitanque RPG contra un tanque que protegía a las fuerzas y al mismo tiempo se produjo una explosión en dos edificios de dos pisos".

El incidente se produjo en el centro de la Franja, cerca de la comunidad fronteriza de Kissufim, donde el Ejército de Israel aseguró que sus tropas estaban destruyendo "estructuras de los islamistas de Hamás", a fin de crear un perímetro de seguridad que "permitiera a los residentes de las comunidades fronterizas israelíes regresar a sus hogares". 

El total de muertos en Gaza desde el 7 de octubre por los ataques de Israel ya son unos 25.300.

Los ministros de Exteriores de la UE están apretando a Israel con la solución de los dos Estados para alcanzar la paz en el territorio. "Solo hay una solución, todos sabemos cuál es: el reconocimiento de un Estado Palestino realista y viable", ha insistido este martes en una entrevista en la Cadena SER el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares. Para el responsable de Exteriores, que empieza un viaje hoy a Líbano e Irak, "ambos pueblos tienen derecho a la paz, la seguridad y un Estado que conviva con el otro y se reconozcan mutuamente".

Mientras, Israel ha presentado a Hamás una propuesta que incluye hasta dos meses de alto el fuego como parte de un acuerdo de varias fases que incluiría la liberación de todos los rehenes que continúan retenidos en Gaza, a través de mediadores qataríes y egipcios, según el medio estadounidense Axios, que cita a funcionarios israelíes.

A pesar de que la propuesta no contiene un acuerdo que ponga fin a la guerra, se trataría de la pausa en la guerra más larga ofrecida por Israel desde la escalada de la violencia el pasado mes octubre.