El ultraderechista Javier Milei se mueve entre la mala praxis diplomática y el alineamiento geopolítico con Estados Unidos. El presidente argentino ha viajado por cuarta vez al país norteamericano en cinco meses de mandato para participar en un foro conservador, volver a verse con Elon Musk y buscar inversiones. Antes de partir, escaló la tensión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, movimiento que le sirve para promocionar su futuro viaje a Madrid: el 18 y 19 de mayo el presidente argentino tiene previsto acompañar a su socio de Vox, Santiago Abascal, en el evento Europa Viva 24.
Milei llegó este domingo a la ciudad de Los Ángeles. Esta vez no lo hizo en un vuelo comercial, sino a bordo del avión presidencial ARG-01. El viaje ha sido relámpago y ha incluido su participación en el Foro del Instituto Milken, integrado por representantes del sector financiero global; un nuevo encuentro con Musk por el interés del magnate en el litio y una reunión con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. El discurso de la austeridad va quedando atrás en los hechos: en el viaje de febrero, cuando el líder de la Libertad Avanza logró una foto tras bambalinas con Donald Trump –en el marco de la Conferencia de Política de Acción Conservadora (CPAC)– el Estado argentino gastó 37.965.241 de pesos (40.120 euros), según una petición de transparencia realizada por el medio LetraP.
Hay un detalle central. Milei no ha sido recibido por el presidente Joe Biden. “Cada vez que un presidente argentino viaja a un país y no es recibido por un presidente se afecta nuestra reputación internacional. Es un demérito para el país. En este caso le notifican que ya lo consideran alineado automáticamente con EEUU e Israel y no hay que rendirle ningún tipo de pleitesía. Pese a la historia trágica de dos atentados, el Gobierno nos metió en un conflicto que no es nuestro, apoyando a Israel en la guerra contra Hamas”, dice a elDiario.es Miguel Ponce, ex subsecretario de Industria y Comercio durante el Gobierno de Raúl Alfonsín (radical de centroizquierda).
Como hiciera en Davos, el mandatario ultraderechista ha defendido las políticas neoliberales que impulsa desde el Gobierno y su intención de reducir al máximo el Estado. En el encuentro con el magnate Musk, la clave ha vuelto a ser el litio. Argentina es productora de ese mineral y Musk es dueño de Tesla, la fábrica de coches eléctricos de alta gama que utiliza el mineral para las baterías. Respecto a Gianni Infantino, el eje ha sido la idea de privatizar los clubes de fútbol, convertirlos en sociedades anónimas deportivas (SAD) y un punto de su plataforma electoral.
Ponce, actual Director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, afirma que Milei busca inversiones, pero el camino se presenta con obstáculos. “Hay un divorcio entre los mercados y la economía real, mientras suben los papeles argentinos de bancos y energéticas, se contrae el consumo; existe depresión con inflación. El problema es que los empresarios se colocaron en la posición de wait and see, mirar y esperar, cuál es la paciencia social y cuál es la gobernabilidad que logra construir. Milei estaría ganando el primer tiempo, con la media sanción de la Ley Bases. Falta el segundo tiempo en el Senado. Entonces, los empresarios van a esperar”.
La Ley Bases, aprobada en la Cámara de Diputados, es regresiva en materia laboral, previsional y desarrollo económico, advierten voces expertas. Propone privatizaciones de empresas públicas y privilegia la explotación de recursos naturales sin exigir cadenas de valor a nivel local ni garantía de autoabastecimiento.
Mala praxis diplomáticaLas relaciones diplomáticas atraviesan un momento de mala praxis del Gobierno argentino. Lo que empezó con la alusión del ministro de Transportes español, Óscar Puente, a una supuesta “ingesta de sustancias” del dirigente ultraderechista escaló con la respuesta de la Casa Rosada, que aseguró que el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, está generando “hambre y decadencia en España”. El duro comunicado de la presidencia argentina cargó contra el líder socialista al señalar que “arriesga la seguridad de las mujeres españolas al permitir la inmigración ilegal”. Y añadió: “Sánchez ha puesto en peligro la unidad del Reino, pactando con separatistas y llevando a la disolución de España”.
La Moncloa contestó rechazando “rotundamente los términos infundados del comunicado” de la oficina de Milei, “que no se corresponden con las relaciones de dos países y pueblos hermanos”.
Lorena Suárez, secretaria general del PSOE Argentina, sostiene que Milei y Sánchez representan modelos contrapuestos de visiones del mundo. “La propuesta de Sánchez es de un Estado eficiente y que cuida, y el proyecto de Milei es un Estado ausente, del sálvese quien pueda. Milei va a viajar a un acto con Vox, son socios y aliados, la extrema derecha mundial necesita juntarse y potenciarse. Milei usa esta disputa con Sánchez como prensa y propaganda para el viaje a Madrid”, dice Suárez a elDiario.es.
El presidente argentino tiene previsto viajar a España en dos semanas. Estará junto a Santiago Abascal, líder de Vox, en el evento Europa Viva 24, en Madrid, 18 y 19 de mayo, en respaldo a su socio ultra para las elecciones europeas de junio. Llegará una semana después de las elecciones catalanas, en cuya campaña se han colado los cruces entre Milei y Sánchez.
China, otro frenteEn el alineamiento con EEUU, el Gobierno de Milei recela de la base científica que Argentina comparte con China en la provincia de Neuquén, al punto de mandar una delegación a investigar, pese a que el gigante asiático comparte todos los resultados de las investigaciones con los organismos. El presidente ultra había dicho que no iba a mantener relaciones con “comunistas” y la canciller Diana Mondino se hizo fotografías con diplomáticos de Taiwán, asunto sensible para Pekín. Por otro lado, la ministra de Relaciones Exteriores tuvo que salir a aclarar que no dijo que “los chinos son todos iguales”, en referencia a la apariencia física de quienes participan en la base en Neuquén.
“La canciller Mondino, pese al secretismo que tuvo, ya se sabe que fracasó en su viaje a Pekín. China no renueva el pago del swap [de divisas, un contrato bilateral que permite cubrir la exposición al riesgo y que comienza a vencer en junio]. Es imprescindible desideologizar nuestros vínculos diplomáticos para no seguir perjudicando nuestros vínculos comerciales y económicos”, dice Ponce. “Con lo de China se ha perjudicado el interés económico, al no renovarse el swap, y el comercial, porque China ya empezó a reemplazar la carne que nos compra a nosotros por carne brasileña. El 73% de toda la carne bovina que Argentina exporta iba a China”, agrega el experto, que cree que las consecuencias se verán en el corto plazo.