El testimonio de Stormy Daniels ha sido uno de los más esperados desde que empezó el juicio contra el expresidente Donald Trump por falsificar un pago que le hizo a la actriz porno a cambio de su silencio. Desde el estrado del tribunal de Manhattan, este martes, Daniels ha relatado la vez que mantuvo sexo con el magnate en el año 2006 y por el cual Trump le pagó 130.000 dólares para que no lo contara.
Daniels ha puntualizado que su intención era marcharse, pero que Trump “se interpuso entre la puerta y yo, pero no de forma amenazante”. De hecho, ella le dijo: “Tengo que irme”. A lo que el expresidente le respondió: “Pensé que estábamos llegando a algún sitio, estábamos hablando”. A partir de aquí, la actriz ha descrito que sufrió una especie de mareo y que no sabe como acabó en la cama de Trump. De hecho, a pesar de que asegura que ni bebió ni se drogó, no es capaz de contar muchos detalles sobre el encuentro. Sí que ha afirmado que Trump no usó condón, aunque no es algo de lo que hablaran: “No dije nada”.
El encuentro sexual que ha descrito Daniels ante el tribunal se produjo en el marco de una cena después de conocer por primera vez a Trump en el año 2006. La segunda vez que se volvieron a ver en persona ya fue el 2007, en un encuentro breve durante el cual Daniels ha asegurado que Trump fue cordial. Desde entonces, la actriz dice que no ha vuelto a verle en persona hasta este martes, cuando ha llegado al tribunal para testificar.
“Lo mejor que podía pasar”En el 2016 Daniels estaba intentando vender su historia sobre el encuentro con Trump cuando supo que el magnate y su por aquel entonces abogado Michael Cohen estaban interesados en comprarla para que no se publicase. Según ha explicado ante el juez, Daniels le pareció que este acuerdo era “lo mejor que podía pasar” para que así su marido no supiera los detalles de la historia con Trump. A pesar de que Daniels ha asegurado que no le importaba el dinero, en un correo que envió el abogado de Daniels a Cohen, este se mostraba preocupado por si acabarían cobrando.
Durante su declaración, Daniels ha ofrecido numerosos detalles sobre el encuentro con Trump: desde cómo Trump apareció vestido con un pijama de “seda o satén” para cenar con ella (el cual se acabó cambiando a petición de la actriz) o cuando ella le dijo a la cara que le parecía un hombre “pomposo” y “arrogante”. La concreción de Daniels respecto la relación con Trump ha comportado diversos encontronazos entre la defensa y la acusación, poniendo en cuestión hasta qué punto eran necesarios tantos detalles.
Las palabras de Daniels también han hecho enfadar a Trump, quien además de volver a negar el encuentro sexual con la actriz porno, ha articulado un “bullshit” mudo mientras la actriz hablaba.
El fiscal de Manhattan acusa a Trump de 34 delitos, entre los cuales está el de falsificación documental, cuando intentó ocultar el pago a Daniels registrándolo bajo el nombre de “gastos legales”. Este hecho está penado en el estado de Nueva York con hasta cuatro años de cárcel.
Cohen, el otro testigo claveAparte de Daniels, el otro testigo clave en el juicio es el de Michael Cohen, el abogado de Trump en aquella época y quien se encargó de dar los 130.000 dólares a Daniels. Desde que empezó el juicio, tanto la actriz, como el actual exabogado de Trump han sido objeto de diversos ataques por parte del expresidente. Recientemente, publico un post en su red social, Truth Social, donde llamaba a ambos “sórdidos” (sleazebags).
Este hecho supuso en su momento la primera violación de la prohibición (gag order) que impuso el juez Juan M. Merchan de atacar a los testigos y miembros del jurado. En esta primera ocasión Trump fue multado con 9.000 dólares, mientras que este lunes volvió a ser multado con 1.000 dólares más por haberse vuelto a saltar la gag order.
Ante el empeño de Trump por seguir saltándose las normas, Merchan amenazó al expresidente con la cárcel si volvía a incumplir la prohibición por tercera vez. “Esta Corte tendrá que considerar una sanción que implique prisión”, dijo Merchan y añadió: “Al final, tengo un trabajo que hacer. Parte de ese trabajo es proteger la dignidad del sistema judicial”
El juicio por el caso Stormy Daniels es el único de los cuatro juicios penales que ha conseguido celebrarse. Los otros tres casos (el del intento de fraude electoral en Georgia, el de los papeles de Mar-A-Lago y el del intento de asalto al Capitolio) siguen congelados a causa de la estrategia de la defensa de Trump de inundar los tribunales con mociones. A finales de este mes de mayo está previsto que en algún momento empiece el juicio por el caso de los papeles clasificados que el expresidente tenía en su residencia de Mar-A-Lago.