La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha denunciado un nuevo ataque contra su sede de Jerusalén este ocupado. El incidente, en el que varios israelíes prendieron fuego al perímetro de la sede de la UNRWA, se ha producido apenas cinco días después de que su comisionado, Philippe Lazzarini, anunciara su cierre tras otros dos intentos de incendio que ocurrieron cuando había empleados en su interior.
El primer ataque similar, ocurrido el pasado 10 de mayo, no causó víctimas pero sí dejó grandes daños en las áreas exteriores que se suman a los de este último intento de incendio.
Desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, la UNRWA ha estado en el punto de mira de Israel, que acusó a una decena de empleados de la agencia de participar en los ataques de Hamás del 7 de octubre y alega que más de dos centenares de su plantilla tienen vínculos con los islamistas. el Gobierno de Netanyahu tampoco ha ocultado su intención de cerrarla.
“La ONU, desde que Israel se retiró de Gaza, se ha convertido esencialmente en un colaborador de Hamás y, más que eso, se ha convertido en una entidad terrorista”, ha declarado este miércoles el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, a la radio del Ejército, aunque no dio más detalles sobre su acusación.
Casi medio millón de desplazados en RafahEl intento de ataque contra la sede de la UNRWA en Jerusalén coincide también con el anuncio, por parte de la agencia, de que hasta 450.000 palestinos se han visto obligados a abandonar diferentes zonas de Rafah por los ataques de Israel desde el pasado 6 de mayo. La organización estima que cerca de un millón y medio de personas se habían refugiado en esta localidad del sur de la Franja de Gaza huyendo de los bombardeos en el centro y en el sur.
“A pesar de estar ante una situación catastrófica, las restricciones de acceso y la falta de un corredor humanitario seguro están impidiendo que las organizaciones humanitarias puedan asistir a los ciudadanos de la Franja”, ha denunciado la UNRWA en X. Según la agencia, la mayoría de los refugiados se están dirigiendo hacia la localidad de Al-Mawasi, en la zona de la costa, donde no existen infraestructuras sanitarias mínimas para recibirles.