“Somos resilientes y estoy seguro de que volveremos a estar ahí. Tengo esperanza. Volveremos más fuertes que nunca”. Esas han sido las palabras del primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, tras el batacazo electoral de su partido. En una comparecencia tras conocerse los resultados que ha terminado con lágrimas, el primer ministro belga ha recordado que este lunes presentará la dimisión de su gabinete ante el rey para que el Gobierno siga en funciones.
Bélgica es un país en el que las coaliciones son una tradición y en el que los periodos de transición suelen ser bastante largos dado que las negociaciones pueden prolongarse durante meses.
El nombre de De Croo es uno de los que figura en las quinielas del reparto de poder de la UE tras las elecciones europeas de este domingo y en las que los liberales se han dado un batacazo perdiendo 20 escaños en el Parlamento Europeo, pero siguen siendo claves en la composición de la mayoría que sustente a la futura Comisión Europea.
Los liberales flamencos de Open Vld que lidera De Croo han quedado en quinta posición con un 6,8% de los votos. El primer ministro ha felicitado a los ganadores de las elecciones, el partido nacionalista flamenco N-VA, que con el 50% escrutado había obtenido el 22,4% de los votos, y el de ultraderecha Vlaams Belang (17,7%), seguidos del partido socialista flamenco Vooruit (10,5%).
El mal resultado de los liberales flamencos contrasta con los que han obtenido los francófonos (MR) en Bruselas y Wallonia (22,4% y 33%, respectivamente).