En la plaza del Palacio Borbón, frente a la Asamblea Nacional francesa, Eric Ciotti atiende a los medios de comunicación para explicar su decisión de aliarse con el partido de extrema derecha Marine Le Pen de cara a las próximas elecciones legislativas. En ese momento la diputada ecologista Sandrine Rousseau interrumpe la comparecencia, señala la puerta de cristal de la sede de Los Republicanos y lanza a Ciotti: “Qué vergüenza, señor Ciotti. No se merece el nombre que hay en esa fachada”.
Es sólo una más en la larga lista de críticas que el líder del Los Republicanos (LR) ha tenido que escuchar en las últimas 24 horas. La mayoría, procedentes de sus propios compañeros de partido, donde el anuncio de Ciotti ha desatado un terremoto político que ha abierto una profunda factura y está lejos de terminar. En la red social X (antiguo Twitter) el líder de los diputados del grupo en la Asamblea, Olivier Marleix, llamó a defender el “legado del general De Gaulle” y pidió la dimisión inmediata de Ciotti.
“A veces se convence a la gente, a veces no, pero no se traiciona”, sentenció el presidente de la región Auvernia-Rodano-Alpes, Laurent Wauquiez, que se consideraba como un aliado de Ciotti dentro del partido. El lunes por la tarde muchos de los consejeros del equipo Ciotti presentaron su dimisión en rechazo a la decisión.
“Si hace falta, le sacaremos del despacho, que es el despacho de los herederos del general De Gaulle”, afirmó el martes el diputado Aurelien Pradié en la televisión pública. “Es cuestión de tiempo, se va a ir. Ya no es nuestro líder”, añadió.
Tensión antes de la reunión de la ejecutiva de LRLa vicepresidenta del partido, Annie Genevard, ha convocado para la tarde de este miércoles una reunión del buró político –la ejecutiva– de LR para debatir el futuro de Ciotti dentro del partido. Según varios medios de comunicación el principal punto de la reunión es su expulsión de la formación conservadora, apoyándose en varios artículos del estatuto de LR.
Ahora bien, Ciotti asegura que esos mismos estatutos estipulan que solo el presidente puede convocar una reunión del buró político y que, por tanto, la del miércoles carece de legitimidad. Y pese a que la mayoría de compañeros de partido se opone a un acercamiento con la extrema derecha de Le Pen, Ciotti asegura que tiene el apoyo “masivo” de la militancia. Así que en un comunicado en X el presidente de LR ha afirmado que la reunión “no respeta los procedimientos y, por lo tanto, se ha llevado a cabo en flagrante violación de nuestros estatutos. No tiene ningún valor jurídico”.
Su entorno ha indicado además a la agencia AFP que no asistirá y ha ordenado a los trabajadores el cierre de las puertas de la sede. En respuesta, los miembros de la ejecutiva del partido afirmaron que la reunión tendría lugar en un local cercano a la Asamblea Nacional.
El día anterior, después del anuncio de Ciotti de su alianza con la extrema derecha, Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional (AN), confirmó que su partido apoyaría a “varias decenas” de diputados “salientes” o “designados” por LR en las próximas legislativas, sin ofrecer más detalles. El líder del partido ultraderechista precisó que proseguirá sus conversaciones con Ciotti “en las próximas horas” para concretar el acuerdo.
Previsiblemente uno de esos candidatos apoyados por la extrema derecha será el propio Ciotti que intentará presentarse a la reelección en la misma circunscripción de los Alpes Marítimos en la que fue elegido por un estrecho margen hace dos años. En las elecciones europeas del pasado domingo, la lista de Los Republicanos fue la quinta en votos (8,9%) en ese territorio, muy lejos de AN que se fue al 37,7%.
Macron se presenta como respuesta a los “extremos”Entretanto, tres días después de sacudir el tablero político francés convocando de forma anticipada los comicios tras la severa derrota de su coalición, el presidente Emmanuel Macron ha confirmado en larga una rueda de prensa que no se plantea dimitir de la presidencia de la República –puesto que no está en juego en el adelanto electoral–.
Macron ha presentado su programa liberal como respuesta a los dos bloques que incluyen a la ultraderecha y la izquierda de cara a las elecciones legislativas anticipadas, que se celebrarán a dos vueltas el 30 de junio y el 7 de julio, y ha insistido en que se han formado “alianzas contranatura en los dos extremos que no están de acuerdo sobre nada (...) y que no están listas para aplicar ningún programa”.
“Estamos en un momento histórico para nuestro país”, afirmó Macron, que se ha centrado en atacar sobre todo las propuestas de la ultraderechista Agrupación Nacional, pero también a la coalición de partidos de izquierda y ecologistas que incluyen a La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.
Según su análisis, la victoria de AN en las europeas, en las que consiguió un 31,4 % de los sufragios, frente a sólo un 14,6 % su partido, Renacimiento, se explica por un voto de “enfado” que dice haber entendido, y que se va a traducir en una serie de cambios en sus prioridades políticas, y sobre todo en una aceleración en su política de seguridad.