El Tribunal Supremo de Estados Unidos desestimó este jueves por unanimidad un caso para prohibir a nivel federal un medicamento utilizado en abortos, mifepristona, ne lo que es la decisión más importante sobre derechos reproductivos desde que hace dos años los magistrados tumbaran la protección federal al derecho al aborto, anulando la histórica sentencia Roe vs. Wade.
El fallo es una decisión procesal.
Con esa decisión, el Supremo rechaza el caso, pero no falla sobre el fondo de la demanda, que podría volver a presentarse en el futuro.
Un 60% de los abortos en Estados Unidos se hacen con píldoras que contienen mifepristona, por lo que su restricción limitaría aún más la interrupción del embarazo en el país.
La demanda cuestionaba los cambios de normativa llevados a cabo en 2016 y 2021 por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) que hicieron que el medicamento estuviera disponible por correo y que fuera recetado por un proveedor de salud que no tiene que ser un médico.
Se presentó en 2022 en un tribunal de Texas y el juez Matthew J. Kacsmaryk, designado por el exmandatario Donald Trump y abiertamente opuesto al aborto, emitió un fallo preliminar invalidando la aprobación del medicamento y retirando la píldora del mercado.
En agosto de 2023, un tribunal de apelaciones determinó que la mifepristona debería seguir siendo legal, pero impuso importantes restricciones a su acceso, lo que llevó el caso al Supremo.
Han pasado casi dos años desde que el Tribunal Supremo eliminara la doctrina 'Roe vs Wade' que había protegido el aborto a nivel nacional durante décadas. Desde entonces, cerca de la mitad de estados del país ha restringido o prohibido el aborto y por ello el 'teleaborto' se ha convertido en la solución para millones de mujeres.
La mifepristona es uno de los dos medicamentos utilizados en un aborto con medicamentos y se combina con el misoprostol para interrumpir un embarazo. Bloquea la progesterona, hormona necesaria para que continúe el embarazo, mientras que el misoprostol provoca contracciones uterinas, lo que hace que el cuerpo expulse el feto. Numerosos estudios apuntan que la combinación de estas píldoras provoca un aborto completo en más del 99% de las pacientes.