La intención de Pedro Sánchez de nombrar al ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá, nuevo gobernador del Banco de España se ha topado con el ‘no’ del Partido Popular. Los de Alberto Núñez Feijóo argumentan su rechazo en que es un miembro del actual Consejo de Ministros. Sin embargo, el paso de la política a los bancos nacionales son una práctica habitual en Europa.
El Banco Central Europeo (BCE) tiene una junta directiva compuesta por seis miembros y la mitad de ellos llegaron desde la política.
El español Luis de Guindos se convirtió en vicepresidente de la institución monetaria recién salido del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. En el caso del italiano Piero Cipollone, se incorporó en 2023. Unos años antes, había sido el asesor económico del primer ministro.
Lo mismo ocurre con el Consejo de Gobierno del BCE, un órgano muy masculinizado en el que sólo se sientan dos mujeres: la propia Lagarde y la alemana Isabel Schnabel, que es miembro de la junta. No hay ninguna mujer en los 19 gobernadores nacionales (deberían ser los veinte de la zona euro, pero el de España está vacante desde el vencimiento del mandato de Pablo Hernández de Cos).
Cinco de los gobernadores fueron elegidos cuando aún formaban parte de los Gobiernos nacionales, como sería el caso de Escrivá, o nada más abandonarlo. El ejemplo más cercano es el portugués Mário Centeno, que ocupó la cartera de Finanzas entre 2015 y 2020. Desde ese año es gobernador. Yannis Stournaras es el gobernador del Banco de Grecia desde 2014. Fue ministro de Finanzas entre 2012 y 2014. El maltés Edward Scicluna, gobernador desde 2021, fue ministro de Finanzas entre 2013 y 2020. En su caso es, además, militante del partido laborista que gobierna y fue previamente eurodiputado.
No es sólo una práctica de los países del sur. El finlandés Olli Rehn es gobernador desde 2018. Dos años antes fue ministro de Finanzas y previamente comisario europeo, un cargo para el que también designan los gobiernos. El gobernador del Banco de Eslovaquia desde 2019, Peter Kažimír, llegó al cargo desde el Ministerio de Finanzas, que ocupaba desde 2012 como miembro del partido populista SMER.
En el Consejo de Gobernadores, que se encarga, entre otras cosas, de establecer la política monetaria de la zona euro –como la subida o bajada de los tipos de interés– también se sientan otro puñado de economistas que en etapas previas han tenido cargos políticos.
El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, fue asesor del SPD, partido al que está afiliado, aunque su visión ortodoxa de la economía le permitió tener el visto bueno del liberal ministro de Finanzas, Christian Lindner, según el periódico Financial Times. Nagel sucedió a Jens Weidman, némesis de Mario Draghi durante la crisis financiera por la política expansiva. El alemán fue nombrado en 2011, procedente directamente de la dirección del Departamento de Economía y Política Fiscal de la oficina de la cancillería de Angela Merkel.
Lo mismo recoge el currículum del chipriota Chris Patsalides, que fue asesor especial del presidente sobre asuntos económicos entre marzo y abril de 2024, fecha en la que fue designado gobernador del Banco Central de Chipre. Otros gobernadores –como el belga, el estonio, el francés, el holandés o el esloveno– también fueron asesores de gobiernos, aunque tiempo antes de ser designados para el cargo.
“Lo relevante es si la persona que se proponga para el puesto de gobernador del Banco de España cumple o no con los requisitos y la cualificación que amerita un puesto de esas características, sobre todo en un contexto de tanta incertidumbre económica y geopolítica”, defendió Pedro Sánchez en una rueda de prensa tras la cumbre de la OTAN en Washington en la que elogió al ministro. “Con su currículum creo que hay pocas personas en España que tengan el conocimiento de política monetaria que tiene José Luis Escrivá”, afirmó. No obstante, el presidente se remitió a la negociación con el PP para la renovación de varias instituciones del Estado, según la Agencia EFE.