Israel asegura que también ha matado a un alto comandante de Hizbulá, pero el grupo todavía no ha confirmado esta información
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El número de muertos por el bombardeo israelí de este martes contra un edificio en los suburbios meridionales de Beirut ha ascendido este miércoles a cuatro, entre ellos dos menores, y el de heridos a más de 70, mientras continúan en marcha las labores de búsqueda, según ha informado el Ministerio libanés de Salud Pública.
Según sendos comunicados del departamento gubernamental, el ataque ha causado la muerte de dos mujeres, un niño y una niña, mientras que la gran mayoría de los heridos ya han sido dados de alta en los diferentes hospitales a los que fueron ingresados a raíz de la explosión.
El ministerio ha indicado en una primera nota que solo nueve de las personas que resultaron heridas continuaban ingresadas el miércoles por la mañana, cinco de ellas en estado “crítico”, pero posteriormente ha anunciado el fallecimiento de una mujer que estaba recibiendo tratamiento en el Hospital Sahel, a las afueras de la ciudad.
El Ejército israelí aseguró anoche que su bombardeo también mató a Fuad Shukr, a quien describe como el “comandante militar de más alto rango de Hizbulá” y como la “mano derecha” del líder del movimiento, Hasán Nasrala.
Israel responsabiliza a Shukr del ataque que el sábado mató a 12 menores en un campo de fútbol en los Altos del Golán, bajo ocupación israelí, y ya venía avisando desde hace días de que respondería con dureza a ese lanzamiento de un proyectil, del que Hizbulá se desvincula.
La formación libanesa ha confirmado este miércoles en un comunicado que Sukhr se encontraba en el inmueble atacado anoche, pero ha asegurado que todavía no se puede pronunciar sobre su paradero mientras los equipos de emergencias siguen desescombrando el área de forma “diligente”, pero “lenta”.
Este es el primer ataque dirigido contra Hizbulá en los suburbios capitalinos desde el inicio de las hostilidades entre las partes hace casi diez meses, aunque el pasado enero la zona ya había sido objetivo de otro bombardeo israelí que mató al número dos del movimiento islamista palestino Hamás, Saleh al Arouri.