El presidente ruso afirma que dicha decisión cambiaría "la misma naturaleza del conflicto" y dice que tomará "las correspondientes decisiones"
Blinken insinúa que EEUU levantará las restricciones para que Ucrania use armas de largo alcance en Rusia
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dicho que si la OTAN autoriza a Ucrania el uso de misiles de largo alcance para golpear objetivos en territorio ruso significará que estará en guerra con Rusia.
“Si esa decisión se toma no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de EEUU y de los países europeos, en la guerra en Ucrania (...), eso significará que los países de la OTAN, EEUU y los países europeos, combaten contra Rusia”, ha dicho Putin a la televisión pública tras intervenir en un foro cultural en San Petersburgo.
Putin ha subrayado que dicha decisión cambiará “la misma naturaleza del conflicto”, en alusión a que ya no se reducirá a una guerra entre los ejércitos ruso y ucraniano. “Si eso es así (...), tomaremos las correspondientes decisiones partiendo de las amenazas que nos creen”, ha dicho.
Ha insistido en que, en realidad, la OTAN no está autorizando a Kiev el uso de esos misiles de largo alcance, sean los ATCAMS o los Storm Shadow, ya que el Ejército ucraniano no tiene la capacidad técnica para hacerlo. Putin ha dicho, apoyándose en la supuesta opinión de expertos rusos y occidentales, que esos misiles solo se pueden lanzar contra territorio ruso con la ayuda de los datos de inteligencia de los satélites de EEUU o los países de la Unión Europea, ya que Ucrania carece de ellos. “Y lo más importante es que, de hecho, las misiones de vuelo sólo pueden ser determinadas por los militares de los países de la OTAN”, ha afirmado.
No es la primera vez que Putin arremete contra los aliados de Ucrania por su apoyo militar para que el país se defienda de la invasión de sus tropas. Diversos expertos creen que el Kremlin ya ha invocado repetidamente amenazas para inducir el miedo entre los responsables de la toma de decisiones e influir en la opinión pública occidental.
En mayo pasado, el jefe del Kremlin ya utilizó el mismo argumento contra el uso de armamento occidental contra objetivos en territorio ruso. Entonces, advirtió a los países europeos con “graves consecuencias”, aludiendo a que, normalmente, “se trata de Estados con territorios pequeños, pero densamente poblados”.
Al respecto, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha asegurado que Occidente ya dio permiso “hace mucho” a Ucrania para atacar territorio ruso con misiles de largo alcance. Lavrov ha calificado de “escenificación” la visita el miércoles a Kiev por parte del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, quienes habrían abordado dicho asuntos con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
“Cada día aumenta de manera drástica el número de ataques (ucranianos) contra objetivos civiles y los disparos contra civiles. (...) Los especialistas militares occidentales coordinan literalmente de manera manual los ataques con armas de alta precisión”, ha dicho.
También ha acusado a la OTAN de suministrar a Kiev los datos de sus satélites de inteligencia, que son usados para “golpear objetivos dentro de territorio ruso”, lo que incluye infraestructura energética e industrial, pero también viviendas, escuelas y hospitales.
Durante su visita a Kiev, tanto Blinken como Lammy subrayaron que la autorización para el empleo de misiles de largo alcance será tratada por sus respectivos jefes de Estado en la reunión que ambos mantendrán mañana, viernes, en Washington. “Es (el presidente ruso, Vladímir) Putin quien ha escalado (la situación) esta semana con el envío de misiles balísticos desde Irán”, esgrimió Lammy.