Las explosiones se han registrado en distintas zonas controladas por el grupo chií, que ha responsabilizado a Israel de lo sucedido. El Gobierno de Beirut también ha acusado a Tel Aviv de violar su soberanía
Análisis - Las explosiones de los buscas de Hizbulá tienen detrás casi con total certeza al Mosad y eso es una enorme escalada
Al menos nueve personas han muerto y 2.800 han resultado heridas este martes en Líbano por la explosión de aparatos inalámbricos de comunicación empleados por miembros de la milicia chií Hizbulá, que ha confirmado la muerte de dos de sus combatientes y de una niña.
El Ministerio de Sanidad libanés ha informado de que nueve personas han perecido y otras 2.800 han sufrido heridas, la mayoría en las manos, y 200 de los heridos están en estado grave. Por ello, ha pedido a los hospitales que eleven el nivel de alerta para recibir a la gran cantidad de heridos en las explosiones que se han registrado en distintos puntos del país árabe, según un comunicado citado por la Agencia EFE.
Dos mujeres libanesas se acercan a un hospital de Beirut el 17 de septiembre de 2024.Por su parte, el Consejo de Ministros, que se encontraba reunido esta tarde, ha condenado lo sucedido, apuntando directamente a Israel: “Esta agresión israelí criminal representa una violación peligrosa de la soberanía libanesa”. Según la agencia nacional de noticias libanesa, el Consejo de Ministros permanece reunido para seguir los desarrollos de la situación.
La Cruz Roja libanesa ha dicho en su cuenta de X que sus ambulancias han acudido a diversos puntos del sur del país, del Valle de la Bekaa (este) y el suburbio de Dahie, en el sur de la capital, todas ellas zonas controladas por el grupo Hizbulá.
Según la agencia de noticias Reuters, las explosiones empezaron alrededor de las 15.45 horas locales (14.45 en España) y se prolongaron durante una hora. No está claro cómo explotaron los aparatos ni quién está detrás de esta ola de estallidos. Los medios locales han publicado vídeos en los que se puede ver el momento de las explosiones.
Entre los heridos por las explosiones se encuentra el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, según las agencias de noticias del país. Amani sufrió una herida “superficial” por la explosión de un buscapersonas y está recibiendo tratamiento en un hospital, ha informado la agencia estatal IRNA. La agencia Fars, vinculada con la Guardia Revolucionaria iraní, ha ofrecido la misma información.
Mientras, la agencia de noticias estadounidense Associated Press ha hablado con un diputado del brazo político de Hizbulá, Ali Ammar, cuyo hijo Mahdi habría fallecido en las explosiones del martes. “Esta es una nueva agresión israelí contra Líbano”, ha denunciado Ammar, agregando que “la resistencia responderá de forma adecuada en el momento adecuado”. Hizbulá se hace llamar 'la resistencia', aunque el nombre del grupo en árabe significa 'el partido de dios'.
Una fuente de Hizbulá ha declarado a Reuters, de forma anónima, que lo ocurrido es “la más grande falla de seguridad” que ha sufrido la milicia desde el comienzo del intercambio de fuego con Israel en la frontera con Líbano hace más de once meses, coincidiendo con la guerra de Gaza.
Otras tres fuentes han señalado a esa agencia que los aparatos que explotaron este martes son un modelo reciente adquirido por el grupo chií en los últimos meses. Mientras, una fuente de Hizbulá ha dicho al periódico The Wall Street Journal que los aparatos podrían haber sido infectados por un virus que provocó su sobrecalentamiento.
Riesgo de escalada regionalEn su comunicado, Hizbulá ha pedido a los ciudadanos que no difundan rumores que “sirven a la guerra de propaganda de Israel”. Además, ha asegurado que la milicia está “preparada para defender Líbano y a su pueblo”. Pero el ataque de este martes ha alcanzado a sus milicianos incluso en Siria: varios han sufrido heridas por la explosión de los buscapersonas que llevaban consigo en el país vecino, donde un total de 14 personas se han visto afectadas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El Ministerio de Exteriores libanés ha destacado en un comunicado que el “ataque” del martes es “una escalada israelí peligrosa” que coincide con “las amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia Líbano”.
Precisamente, este martes, el Gobierno israelí ha afirmado que el regreso de los residentes a las áreas fronterizas con Líbano, en el norte del país, se ha convertido en uno de sus objetivos en la guerra contra Hamás en Gaza y Hizbulá. Unas 60.000 personas han sido evacuadas en los pasados meses de las localidades próximas a la frontera que están al alcance de los proyectiles que los milicianos chiíes lanzan casi a diario hacia territorio israelí.
Desde el comienzo del conflicto en Gaza hace once meses, Hizbulá ha mostrado su apoyo a los palestinos atacando Israel que, a su vez, ha respondido con ataques de artillería desde el otro lado de la frontera, así como bombardeos de aviones y drones en suelo libanés.
Desde Israel, ni el Gobierno ni el Ejército han hecho comentarios sobre las explosiones, aunque los comandantes del Ejército se han reunido este martes para “evaluar la situación” y, según un comunicado castrense, no han emitido ninguna alerta respecto a la seguridad en Israel, sobre todo en la zona fronteriza. “Se debe mantener la vigilancia y cualquier cambio en la política se anunciará de inmediato”, se lee en el comunicado.
En la sede de Naciones Unidas, el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, ha dicho que lo sucedido en Líbano es “extremadamente preocupantes”, ya que tiene lugar en un contexto muy “volátil”. Además de lamentar la muerte de civiles, ha alertado del “riesgo de escalada” de la violencia en Líbano y en toda la región de Oriente Medio.
También desde Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha declarado que su Gobierno no estaba involucrado ni informado con antelación sobre las explosiones y que ahora está recopilando datos sobre las mismas.