Ocho soldados austríacos de la misión de mantenimiento de paz de la ONU en el sur de Líbano (FPNUL) han resultado heridos este martes por el impacto del cohete, según informa el Ministerio de Defensa de Austria en un comunicado.

Dichos cascos azules, miembros del contingente austríaco en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), “han resultado heridos hoy a las 12.58 horas por el impacto de un cohete en el cuartel de Naqoura; ninguno de ellos de gravedad”, indica la nota. “Por el momento no es posible precisar la procedencia del ataque”, añade. Esa nota precisa que las heridas sufridas por los ocho soldados han sido “leves y superficiales”, sin que ninguno requiriese tratamiento médico de urgencia. “Condenamos este ataque en los términos más enérgicos posibles y pedimos que se investigue inmediatamente”, declara en la nota el Ministerio.

Paralelamente, la FPNUL ha informado de que un cohete ha alcanzado su cuartel general de Naqoura, incendiando un taller de vehículos. Los cascos azules, continúa la nota, “no se encontraban en los búnkeres en ese momento”. “Aunque algunos miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz sufrieron heridas leves, afortunadamente nadie resultó herido de gravedad”, agrega el comunicado.

La fuerza de la ONU ha apuntado a Hizbulá u otro grupo afiliado como responsable del ataque. “El cohete fue disparado desde el norte del cuartel general de la FPNUL, probablemente por Hizbulá o un grupo afiliado. Hemos abierto una investigación sobre el incidente”. “Recordamos a Hezbolá y a todos los actores su obligación de garantizar la seguridad del personal y los bienes de la ONU. Cualquier ataque deliberado contra ellos constituye una grave violación del derecho internacional humanitario y de la Resolución 1701”.

Israel lleva a cabo una campaña de intensos bombardeos en el sur y el este de Líbano, así como en Beirut, que han provocado la muerte de la mayor parte de las más de 2.200 personas en Líbano desde octubre de 2023, y ha exigido a la FPNUL a desocupar sus posiciones a lo largo de la llamada Línea Azul, la divisoria entre Líbano e Israel.

Desde el pasado 11 de octubre, esa misión de la ONU, integrada por más de 10.000 miembros y unos 13.000 uniformados de 10 países principales, ha denunciado haber sido objeto de varios ataques atribuidos a Israel.