A veces ser portavoz de la Comisión Europea no es fácil, especialmente cuando llega del otro lado del Atlántico, cada madrugada llega una fanfarronería del presidente de la principal potencia mundial, Donald Trump.

A partir de ahí, Gill ha enumerado las razones por las que la formación de la UE han sido beneficiosas para EEUU. “Al crear un mercado único amplio e integrado, la UE ha facilitado el comercio, reducido los costes para los exportadores de la UE y armonizado las normas y reglamentos en todos nuestros Estados miembros. Como resultado, las inversiones estadounidenses en Europa son muy rentables. Las empresas estadounidenses han podido invertir y generar ingresos sustanciales precisamente porque la UE es un mercado grande y unificado que es bueno para los negocios”, ha agregado el portavoz, que ha recordado que ambas potencias representan la mayor relación comecial del mundo con 1,5 billones de euros al año.

La nueva andanada de Trump se produjo, además, el mismo día en que el secretario de Estado, Marco Rubio, plantó en Washington a la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, que ya estaba allí. La reunión con Rubio era el principal motivo del viaje de la estonia a ese país. No es el primer feo de Rubio a la alta representante, que le invitó a participar en una reunión con los ministros de Exteriores de los 27 que declinó en contra de lo que ocurría con el desigando por Joe Biden, Anthony Blinken, cuya presencia en actos europeos no era inusual.

Trump también mantiene en la lista de espera a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que le pidió audiencia antes incluso de que tomara posesión, pero no la ha recibido. Sin embargo, el presidente estadounidense sí se ha reunido con Emmanuel Macron, por ejemplo, para abordar la guerra de Ucrania esta misma semana y recibirá al primer ministro británico, Keir Starmer. En esos encuentros, los líderes europeos tratan de converncerle de la necesidad de que Europa y Kiev estén en la mesa de negociación con Vladímir Putin y de que EEUU asegure garantías de seguridad para Ucrania una vez que acabe la guerra.

Quien sí se reunió con su homólogo estadounidense fue el comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, en Washington la semana pasada para abordar la amenaza del recrudecimiento de la guerra comercial. Como consecuencia de ese encuentro, Bruselas se abrió a rebajar los aranceles que impone a la importación de vehículos de EEUU, que ascienden al 10% frente al 2,5% que impone ese país a los europeos.

En la Comisión Europea aseguran que esas conversaciones fueron “constructivas” y que siguen negociando a nivel político con la Administración Trump para evitar los nuevos aranceles, pero eso choca con los repetición de la amenaza que hizo este miércoles el presidente, que cifró la tasa en un 25%. “La Unión Europea cree que debemos trabajar juntos para preservar estas oportunidades para nuestros ciudadanos y empresas a ambos lados del Atlántico, en lugar de trabajar unos contra otros. Defendemos el diálogo, la apertura y la reciprocidad. Estamos dispuestos a asociarnos [con EEUU], siempre y cuando respeten las reglas”, ha dicho Gill.

A partir de ahí, la Comisión Europea reitera que responderá de manera proporcional al ataque comercial que reciba. “Defenderemos nuestros intereses, los de las empresas y los consumidores”, ha dicho la coportavoz del gobierno comunitario, Arianna Podesta. Más allá de esa respuesta genérica, lo que sostienen en Bruselas es que no pueden dar más detalles hasta que sepan hasta dónde llega Trump con sus aranceles. “No quedarán sin respuesta”, dijo Von der Leyen a mediados de febrero.

Para lo que presionan la mayoría de capitales europeas es para que, en cuanto entren en vigor los aranceles al aluminio y al acero, Bruselas restablezca inmediatamente las tasas extraordinarias a productos estadounidenses que impuso en 2018 en respuesta a Trump. Tanto EEUU como la UE eliminaron esas barreras en 2021 como parte de un acuerdo en el seno de la Organización Mundial del Comercio. Lo que está por ver es hasta dónde llegaría la UE si finalmente Trump amplía los aranceles.

“Vamos a plantar cara a quienes nos ataquen con aranceles injustos y amenazas veladas a nuestra soberanía”, señalan fuentes de Moncloa, que elevan así el tono con respecto a Trump: “Estamos decididos y preparados para hacerlo. España y la UE llevamos meses trabajando. Adoptaremos medidas de respuesta contundentes. Lo haremos en bloque. Y ayudaremos a aquellos sectores de nuestra economía que puedan verse afectados por una guerra comercial absurda que nadie pidió y que a nadie beneficia”.

Como ya hizo Pedro Sánchez la semana pasada, esas fuentes ponen en valor a la UE: “Es mucho más ágil y poderosa de lo que algunos creen”. “Es una potencia global que no amenaza a nadie y que sí inspira y apoya a mucha gente en todos los rincones del mundo. No vamos a abandonar ese camino. Vamos a seguir apostando por la colaboración entre países, por la apertura comercial y por el sistema multilateral”, apostillan esas fuentes.

Sobre las palabras concretas de Trump sobre la intencionalidad de la UE de “joder” a EEUU, en el equipo de Sánchez recuerdan que “no se creó contra nadie”. “Nuestros padres y abuelos la construyeron para alejarnos de la guerra y la miseria que engendró el fascismo. La construyeron para darle a sus hijos un futuro mejor”, zanjan.