Netanyahu quiere forzar a Hamás a extender la primera fase de la guerra sin pasar a la segunda, que contempla la retirada de las tropas israelíes, y amenaza con "más consecuencias"
Las autoridades israelíes han cortado este domingo la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza tras expirar la primera fase del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás en el enclave, según ha anunciado en un mensaje la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
“Con el final de la fase 1 (...), el primer ministro Netanyahu ha decidido que, a partir de esta mañana, toda entrada de bienes y suministros a la Franja de Gaza cesará”, detalla el comunicado.
Las autoridades israelíes acusan a Hamás de “no aceptar el borrador de Witkoff para continuar las conversaciones”, en referencia a una propuesta que Israel atribuye al enviado especial estadounidense Steve Witkoff para extender la primera fase durante el mes de Ramadán a cambio de la liberación de la mitad de los rehenes vivos y muertos que todavía siguen en Gaza. La otra mitad se liberaría cuando se alcance el acuerdo sobre la segunda fase.
“Israel no aceptará un alto el fuego sin la liberación de nuestros rehenes. Si Hamás mantiene su negativa, habrá más consecuencias”, amenaza la oficina de Netanyahu.
La primera fase del acuerdo de alto el fuego en Gaza terminó este sábado sin que Hamás e Israel alcanzaran un acuerdo para implementar la segunda, que debería haber entrado en vigor este domingo y que contempla la entrega del resto de rehenes vivos en el enclave, la retirada de las tropas y el fin definitivo de la guerra.
Las negociaciones entre ambos se rompieron el viernes después de que el equipo negociador israelí propusiera a los mediadores en El Cairo extender la actual fase para mantener los intercambios entre rehenes por prisioneros palestinos sin implementar la segunda fase.
Hamás tildó de “inaceptable” la propuesta de Israel, ya que considera que esa decisión les permite esquivar la retirada de sus tropas del enclave, incluido del corredor estratégico de Filadelfia, y no afrontar así el fin de la guerra, como recoge el pacto que firmaron en Doha en enero.
Según el acuerdo, mientras las negociaciones para la segunda fase estén en marcha, se debería respetar el alto el fuego. Sin embargo, tal y como informó el grupo palestino, no hay conversaciones en curso.
Esta situación hace temer a los familiares de los 59 rehenes todavía retenidos en Gaza (una treintena de ellos muertos, según Israel) que las fuerzas israelíes reanuden sus bombardeos, una preocupación compartida por la población gazatí, que empezaba a reconstruir sus vidas tras estos primeros 42 días de tregua.
Hamás acusa a Israel de no querer pasar a la segunda fase del acuerdo firmado en enero en Gaza. “La segunda fase del acuerdo se debe implementar, incluidas las negociaciones para un alto el fuego permanente, la retirada completa, la reconstrucción y después la liberación de prisioneros”, ha señado Mahmoud Mardawi, alt cargo de Hamás.