La Policía de Hong Kong y algunos manifestantes violentos se han enfrentado la madrugada de este sábado en la ciudad semiautónoma, donde miles de personas salieron a la calle para protestar contra una ley de emergencia que prohíbe el uso de máscaras con las que los manifestantes ocultan su identidad.
Desde primera hora de la tarde y ataviados con máscaras, los hongkoneses marcharon por el distrito financiero de Central para protestar contra la legislación anunciada el viernes por la Jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, coreando eslóganes como "Hong Kong, resiste".
Los manifestantes provocaron cortes de tráfico o el cierre de tiendas en una jornada que se tornó tensa desde que Lam anunciara su controvertida medida, para la cual ha tenido que echar mano de una ordenanza de la época colonial británica que puede otorgar poderes más amplios al Gobierno sin tener que pasar por el Legislativo.
A lo largo de la noche, las protestas en algunos puntos de la ciudad derivaron en encontronazos entre radicales y agentes, que recurrieron, una vez más, al gas lacrimógeno y al espray pimienta.
Algunos de los manifestantes mostraron actitudes violentas. Vandalizaron mobiliario urbano, hicieron hogueras, lanzaron cócteles molotov y, en algunos casos, prendieron fuego a banderas de China. Además atacaron tiendas y bancos vinculados a China continental, como la fachada de una sucursal del Banco de China en Tsuen Wan, donde arrojaron cócteles molotov en su interior.
Aunque para Lam la ley solo busca identificar a los más violentos y "no implica que Hong Kong esté en estado de emergencia", muchos en la ciudad temen que el Gobierno acabe invocando la mencionada ordenanza para pedir la potestad de autorizar detenciones, censurar la prensa, cambiar leyes o tomar el control total del transporte.
Las protestas en Hong Kong, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición, se han sucedido durante casi cuatro meses hasta pasar a convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que la rigen y una oposición al autoritarismo de Pekín.
La última de oleada de enfrentamientos se produjo el pasado 1 de Octubre, día en que la China comunista celebraba el septuagésimo aniversario de su fundación, jornada que se saldó con el arresto de 269 personas en Hong Kong.