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Una política migratoria más dura y bajadas de impuestos: CDU y SPD presentan su nueva 'gran coalición' en Alemania

Una política migratoria más dura y bajadas de impuestos: CDU y SPD presentan su nueva

"Alemania tendrá un gobierno fuerte y eficaz", ha prometido el líder de los conservadores y futuro canciller, Friedrich Merz, en la rueda de prensa conjunta este miércoles

La ultraderecha alemana encabeza por primera vez una encuesta mientras la CDU cierra el gobierno con el SPD

En pleno azote de la política arancelaria de Donald Trump y con la ultraderecha en cabeza en los sondeos por primera vez, nace una nueva 'gran coalición'en Alemania.

Los conservadores y el Partido Socialdemócrata (SPD) han presentado este miércoles el acuerdo para gobernar juntos que han sellado tras 27 días de negociaciones, un contrato que llega mes y medio después de las elecciones generales en las que se impuso el bloque de la CDU y la CSU, liderado por Friedrich Merz. El texto negociado promete bajadas de impuestos y una postura más dura frente a la inmigración, y será ahora sometido a la aprobación de ambas bloques.

“Tenemos mucho trabajo por delante, pero tenemos un plan sólido”, ha dicho en una rueda de prensa conjunta Merz, quien ha asegurado que el acuerdo para la alianza negra-roja es “una señal de un nuevo comienzo” en la primera economía de la Unión Europea, que ha encadenado dos años consecutivos en recesión. “Es una señal muy fuerte y clara para los ciudadanos de nuestro país. Y también es una señal clara para nuestros socios de la UE. Alemania tendrá un gobierno fuerte y eficaz”, ha recalcado Merz, quien también ha reconocido que los negociadores han trabajado bajo una gran presión debido a la situación de crecientes tensiones políticas globales.

El futuro canciller, acompañado del dirigente de la CSU, Markus Söder, y los colíderes de la SPD, Saskia Esken y Lars Klingbeil, ha dado algunas pinceladas del acuerdo, que está compuesto por 146 páginas. Según ha esbozado, se ha acordado una reducción del impuesto de sociedades y los impuestos a las rentas medias y bajas, un abajada los precios de la energía y apoyar la industria del coche eléctrico.

Los democristianos y los socialdemócratas han mantenido duros enfrentamientos en torno a cuestiones como los impuestos y las pensiones y también a la política migratoria –uno de los obstáculos más difíciles de superar–.

Este miércoles, Merz ha prometido “un nuevo rumbo” con una serie de políticas más estrictas destinadas a “acabar con la inmigración irregular” mediante controles fronterizos y ha prometido que los solicitantes de asilo “serán devueltos” y lanzará una “ofensiva” de repatriaciones.

Asimismo, ha insinuado que “suspenderá” la reunificación familiar en algunos casos (para quienes tengan solo la llamada protección subsidiaria), que aumentará el número de países clasificados como seguros y hará cambios en las normas para obtener la ciudadanía con el objetivo de ralentizar el proceso, sugiriendo el fin de las naturalizaciones rápidas (las llamadas turbo naturalizaciones). Desde el verano pasado obtener la nacionalidad alemana es posible después de cinco años, e incluso después de tres años si los resultados de integración son especialmente buenos. Anteriormente el límite era de ocho años. “Nadie podrá nacionalizarse antes de cinco años”, ha dicho Merz, apuntando a que, salvo la posibilidad de la nacionalización en solo tres años, se mantiene la reforma del derecho de ciudadanía del Gobierno anterior.

Por su parte, Klingbeil, del SPD, ha asegurado en su intervención que el “derecho fundamental al asilo sigue siendo intocable”. “Alemania es y seguirá siendo un país de inmigrantes. Quien se integre y trabaje puede permanecer aquí y tendrá derecho a la ciudadanía alemana”, ha dicho. En pleno auge de la ultraderecha xenófoba, varios partidos alemanes, incluidos los socialdemócratas, han endurecido su discurso sobre inmigración. El repunte de la ultraderechista AfD también ha sido el telón de fondo de las negociaciones de coalición: según el último sondeo del instituto Ipsos, el apoyo al bloque conservador CDU/CSU cae cinco puntos porcentuales hasta el 24%, mientras que la fuerza ultra sube tres puntos, hasta el 25%. En los últimos comicios generales quedó en segunda posición, el mejor resultado de un partido de extrema derecha desde la Segunda Guerra Mundial.

Por otro lado, según ha anunciado el jefe de la Unión Cristianodemócrata, el nuevo gobierno alemán contará por primera vez con un Consejo de Seguridad Nacional permanente en la Cancillería que asumirá todas las cuestiones en materia de política de seguridad en tiempos de incertidumbre y tensiones geopolíticas. El líder conservador se ha dirigido al presidente de EEUU, Donald Trump, para trasladarle el mensaje de que “Alemania ha vuelto”, asegurando que cumplirá con “sus compromisos en materia de defensa”.

El acuerdo ha llegado después de una maratoniana jornada de negociaciones la víspera en la sede de la CDU, donde ya habían concluido su trabajo por la tarde los 19 negociadores y dejaban rematar los últimos flecos a los líderes de los partidos.

Pese a que algunos medios habían adelantado un principio de acuerdo, hacia la medianoche se decidió continuar este miércoles por la mañana con las negociaciones con la vista puesta en alcanzar un pacto definitivo en torno al mediodía, un plan que finalmente han cumplido. Esta misma mañana las dos partes lograron destrabar una de las últimas diferencias que quedaban, la de los impuestos, según el diario Bild.

El SPD celebrará una consulta a los afiliados sobre el acuerdo de forma electrónica desde el 15 al 29 de abril. La CDU tiene previsto organizar un “pequeño congreso” formado por los miembros de la Ejecutiva Federal, representantes de las asociaciones del partido y delegados de los grupos regionales. En el caso de la CSU, solo decide la Ejecutiva del partido. Debido a estas consultas, se baraja que Merz se someta a votación en la Cámara Baja a principios del próximo mes, probablemente el 6 o 7 de mayo.

Según Bild, los ministerios centrales ya se han repartido entre los partidos, y el SPD recibirá el Ministerio de Hacienda y el de Justicia, y conservará el de Defensa, mientras que la CDU ocupará Exteriores, de acuerdo con el diario. Esto rompe con una tradición que se ha mantenido desde 1966, según la cual los ministros de Exteriores han sido nombrados por el socio menor de la coalición.

El SPD ha dicho que recibirá siete ministerios. Söder ha confirmado que la CSU, la hermana bávara de la CDU, se hará con Interior, Agricultura e Investigación.

Nueva 'gran coalición'

La gran coalición –tradicionalmente conocida como 'GroKo'– que se ha acordado ahora ya no es tan grande como la de otras alianzas anteriores. El SPD, con el peor resultado de su historia desde el siglo XIX en las elecciones generales del 23 de febrero, fue relegado al tercer lugar, por detrás de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). La CDU/CSU, por su parte, ganadora de las elecciones, tuvo el segundo peor resultado de su historia. Juntos tienen 328 escaños de un total de 630 en la Cámara Baja o Bundestag de Alemania.

Las 'grandes coaliciones' –como se conocen las alianzas para gobernar entre el bloque conservador -formado por la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU)– y el SPD como la que se ha acordado para la próxima legislatura son algo común en Alemania como ya se demostró durante la larga era de Angela Merkel (2015-2021).

En Alemania ambos partidos tradicionales han gobernado juntos en cuatro periodos: entre 1966 y 1969, entre 2005 y 2009, entre 2013 y 2017, y entre 2018 y 2021. De esta manera, la coalición pactada ahora, que estará liderada por el conservador Friedrich Merz, es la quinta en esta constelación. Merkel –como líder de la CDU– gobernó en tres de sus cuatro legislaturas aliada con el SPD.

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