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EEUU revisará las redes sociales de los no ciudadanos para denegar su visado si tienen publicaciones "antisemitas"

EEUU revisará las redes sociales de los no ciudadanos para denegar su visado si tienen publicaciones

La medida llega en medio de las detenciones y retiradas de permisos a estudiantes internacionales por parte del Gobierno de Trump

La detención de estudiantes y activistas propalestinos siembra el miedo en la Universidad de Columbia

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha anunciado este miércoles que empezará a revisar las redes sociales de los no ciudadanos estadounidenses y que aquellas publicaciones que se consideren “antisemitas” serán usadas como un criterio para denegar visados, permisos de trabajo y cualquier documento migratorio.

Tal como lo expone el comunicado publicado por el departamento, la medida es “inmediata” y no solo amenaza con afectar a aquellas personas que estén fuera del país, sino que también podría afectar a aquellos no ciudadanos que tengan que renovar sus documentos. Mientras Trump zarandea los mercados, la Casa Blanca avanza en el señalamiento del discurso pro-Palestino.

“Hoy el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) comenzará a considerar la actividad antisemita de extranjeros en redes sociales y el acoso físico contra personas judías como motivos para denegar solicitudes de beneficios migratorios. Esta medida afectará inmediatamente a los extranjeros que soliciten el estatus de residente legal permanente, estudiantes extranjeros y personas vinculadas a instituciones educativas relacionadas con actividades antisemitas”, expone el comunicado publicado en la página del Departamento de Seguridad Nacional, dirigido por Kristi Noem.

“Según esta nueva directriz, el USCIS tendrá en cuenta como factor negativo en cualquier análisis discrecional el contenido publicado en redes sociales por parte de extranjeros que apoyen, promuevan o defiendan el terrorismo antisemita, organizaciones terroristas antisemitas u otras actividades antisemitas, a la hora de valorar solicitudes de beneficios migratorios. Esta medida entra en vigor de forma inmediata”, dice el comunicado.

La medida supone una ampliación de la amenazada planteada por el departamento de Estado, que anunció que pretendía revocar los visados de aquellos estudiantes que tengan publicaciones “a favor de Hamás” en redes sociales. Según informaba Axios citando a fuentes internas, se usará inteligencia artificial para llevar a cabo el rastreo de la actividad de los posts. Así mismo, el pasado mes de marzo, el secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que su agencia había revocado más de 300 visados de estudiante que, según él, actuaban en contra de los intereses nacionales o habían estado involucradas en algún delito.

La campaña de control sobre el posicionamiento de las personas que aplican para un visado o algún permiso de entrada o residencia en el país se suma a las recientes detenciones de personas con estatus legal por participación en las protestas universitarias del año pasado contra la guerra en Gaza. Hace tiempo que los republicanos vienen distorsionando y ampliando la etiqueta de “antisemitismo” para atacar el discurso contrario a la guerra de Gaza. 

La pasada primavera, cuando las acampadas contra la guerra en Gaza se extendieron por los campus universitarios del país, los republicanos lanzaron una ofensiva a gran escala calificando las manifestaciones de “antisemitas”. La campaña acabó desencadenando un debate que actualmente amenaza el derecho a la libertad de cátedra en las universidades del país, muchas de las cuales han empezado también a sufrir recortes de fondos por parte del nuevo gobierno con el objetivo de que se alineen con la agenda ideológica del presidente.

La Universidad de Columbia, que fue el epicentro de las protestas y donde se produjo la primera detención de activistas, claudicó ante las presiones del gobierno. El Departamento de Educación anunció la suspensión de 400 millones de dólares en subvenciones hasta que se hicieran una serie de concesiones. Más tarde, el centro accedió a lo que exigía Trump: la prohibición de las mascarillas en el campus (utilizadas por los manifestantes para mantener el anonimato), la autorización a los agentes de seguridad para expulsar o arrestar personas, y el control y revisión del departamento que imparte cursos sobre Oriente Próximo en la facultad.

La vaguedad y el margen de maniobra con los que la administración Trump gestiona este concepto continúan alimentando la campaña del miedo del presidente contra todos aquellos grupos y colectivos que considera contrarios. Cuando se detuvo al primer activista propalestino, Mahmoud Khalil, muchos grupos de migrantes así como activistas palestinos advirtieron que Khalil era “el canario en la mina”. “Para nosotros no es una sorpresa la detención de Mahmoud y lo utilizarán para convertirlo en un ejemplo, no solo para los palestinos, sino para las comunidades inmigrantes en general que ejerzan la Primera Enmienda de la Constitución [el derecho a la libertad de expresión]”, explicaba al elDiario.es Nesreen Hasan, de la Red de la Comunidad Palestina en Estados Unidos.

También hay un investigador internacional de la Universidad de Georgetown que fue detenido por sus posicionamientos propalestinos y recientemente se han detectado casos de retirada de visados internacionales a estudiantes que, aparentemente, no habían participado en protestas a favor de Palestina. 

Esta semana, el periódico estatal Azcentral, publicaba que el gobierno estadounidense había revocado la visa a seis estudiantes internacionales de la Universidad de Arizona. En este caso, según explicaba al medio un portavoz de la universidad, dudaban que la revocación de los visados tuviera que ver con las manifestaciones propalestinas. En marzo, el secretario de Estado, Marco Rubio, declaró que su agencia había revocado más de 300 visados de estudiante a personas que, según él, actuaban contra los intereses nacionales o habían estado involucradas en algún delito.

En el aire también está la preocupación sobre una posible nueva prohibición de viaje, similar a la Muslim Ban que Trump aplicó en su primer mandato. En ese entonces, prohibió la entrada en Estados Unidos a todas aquellas personas provenientes de una serie de países con mayoría musulmana. El mes pasado, The New York Times publicó un borrador de las naciones que el nuevo gobierno se plantea vetar.

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