Las honras fúnebres se celebrarán a partir de las 10.00 horas
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El funeral del papa Francisco se celebrará el 26 de abril a las 10.00 horas en la plaza de San Pedro del Vaticano. El féretro será trasladado este miércoles a la basílica vaticana para recibir el homenaje de los fieles.
La ceremonia, a la que está previsto que lleguen Jefes de Estado de todo el mundo, estará oficiada por el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re.
Este miércoles, tras un momento de oración, presidido por el carmarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell, comenzará “la traslación” del cuerpo. La procesión pasará por la plaza Santa Marta y la plaza de los Protomartires Romanos y desde el Arco de las Campanas saldrá a la plaza de San Pedro y entrará en la Basílica Vaticana por la puerta central.
Después en el Altar de la Confesión, bajo el baldaquino, el cardenal camarlengo presidirá la Liturgia de la Palabra, al final de la cual comenzará la visita de los fieles.
Aún no se ha determinado por cuanto tiempo será expuesto el cuerpo de Francisco, que hizo algunos cambios en las reglas de los funerales a los pontífices, como se lee en la nueva edición del 'Ordo Exsequiarum Romani Pontificis'.
El cuerpo se ha depositado en un único ataúd de madera con el interior de zinc y se expondrá directamente en el féretro abierto, pero no en un catafalco como había sido hasta ahora y tampoco se colocará el báculo papal durante esta exposición. Se elimina también la tradición de enterrar a los papas en tres ataúdes: “Uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble y otro de madera”.
Francisco, muerto el 21 de abril de 2025, va a ser el primer Papa en un siglo que no sea enterrado en las grutas de San Pedro. “Como siempre le prometí a la Virgen, y ya está preparado el lugar, quiero ser enterrado en Santa María la Mayor, porque es mi gran devoción”, aseguró Francisco. “De antes, ya cuando venía, siempre iba allá los domingos a la mañana, que estaba en Roma, me iba un rato allí. Hay una ligazón muy grande”.
En su testamento indicó: “Solicito que mi sepulcro sea preparado en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la citada Basílica Papal”. El sepulcro, escribió Francisco, “debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus”.