Medios de comunicación de la India han informado de que en la noche del jueves se registraron disparos desde el lado paquistaní de la frontera, a los que los soldados indios respondieron. No hay víctimas pero la tensión entre ambos países permanece elevada
La India ha acusado este viernes a Pakistán de violar el alto el fuego a lo largo de la Línea de Control, la frontera de facto que separa ambos países en la región de Cachemira, y ha informado de que respondió anoche al fuego procedente de Pakistán con más disparos, sin notificar que haya habido víctimas, según medios indios.
“Se produjeron incidentes de disparos con armas pequeñas en algunos puntos de la Línea de Control iniciados por Pakistán”, ha dicho una fuente anónima del Ejército indio a la agencia de noticias india PTI. “Se respondió eficazmente a los disparos. No se reportaron víctimas”, según la misma fuente, que señaló que el incidente tuvo lugar anoche.
Las violaciones del alto al fuego a lo largo de la Línea de Control son relativamente frecuentes y ambos países se acusan mutuamente de iniciar los ataques y de solo usar la violencia como respuesta defensiva.
Este tiroteo, no obstante, se produce en un momento de gran tensión entre Nueva Delhi e Islamabad, sumidos en una grave crisis diplomática tras el ataque contra turistas que tuvo lugar el pasado martes en la Cachemira administrada por la India, en el que murieron 26 excursionistas.
El del martes fue el ataque más grave cometido contra civiles en Cachemira desde marzo del año 2000, cuando 36 personas fallecieron en otro ataque insurgente en el sur de la región. La India acusa a Pakistán de haber brindado apoyo a los perpetradores del ataque, entre los que según Nueva Delhi figuran dos ciudadanos de nacionalidad paquistaní.
En represalia, el Gobierno indio ha ordenado la expulsión de varios diplomáticos paquistaníes, la cancelación de todos los visados emitidos a paquistaníes, el cierre de la frontera terrestre con el país vecino y la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, que rige el reparto de agua procedente de varios ríos entre ambos países.
Islamabad reaccionó ayer con algunas medidas recíprocas, como la expulsión de diplomáticos y la cancelación de algunos tipos de visados, pero además cerró su espacio aéreo a las aerolíneas indias. También advirtió que si la India intenta desviar o detener el flujo de agua de alguno de los ríos incluidos en el tratado, lo considerará como “un acto de guerra”.
Ambas potencias nucleares se disputan la dividida región de Cachemira desde su independencia en 1947 del Imperio británico, y han librado dos guerras y varios conflictos menores por ella.