Los analistas israelíes consideran peligrosa la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de salir de territorio kurdo en el norte de Siria y advierten de que éste se ha convertido para el país en alguien en quien no se puede confiar.
"La decisión de Trump de abandonar a los kurdos en Siria son malas noticias para todos los aliados regionales de EE.UU.", titula en el Haaretz este martes el respetado analista Amos Harel.
Más directo y gráfico, Shimon Shiffer en el periódico de pago más leído, el Yediot Aharonot, asegura: "Un cuchillo en nuestra espalda".
Shiffer destaca que "Trump no informó a (el primer ministro Benjamín) Netanyahu de su decisión de salir de Siria y permitir a (Recep Tayyip) Erdogan masacrar a los kurdos.
"Hay un miedo real a que, si Irán continúa provocándonos, tendremos que enfrentarnos al régimen de los ayatolás sin el paraguas (norte)americano", advierte.
Un ministro del Gabinete de Seguridad israelí no identificado declaró este martes a la emisora estatal Kan que el comportamiento del líder estadounidense es "un signo de advertencia" para Israel, y apuntó que éste empieza un año electoral, en el que posiblemente se acentúen sus tendencias aislacionistas.
La cadena indica que "altos cargos políticos y militares" aseguraron estar "muy preocupados" por la decisión de EE.UU., así como por su inacción tras el ataque a un dron estadounidense en el Golfo Pérsico y el ataque a las instalaciones petroleras saudíes.
El también analista Ben-Dror Yemini, por su parte, afronta el tema con crudeza en el Yediot y señala que "No son solamente los kurdos y los saudíes los que se quedan solos. También Israel".
"Ayer, Trump dio a Erdogan libertad para invadir Rojava -la región autónoma kurda en Siria- pese a que los kurdos eran aliados de EE.UU. y pese a la oposición del Pentágono", resume, y concluye que "los kurdos han sido abandonados. Esto es lo más cercano a la traición".
En su opinión, "Israel no es Rojova, pero este es un paso peligroso. Erdogan es aliado de Irán. Eso significa que solo se puede esperar que aumente la influencia de Irán en Siria".
Harel coincide con el resto en que la decisión, aunque no afecta directamente por el momento a Israel, es un signo claro de que "no se puede confiar en Trump -hasta hace poco presentado como el mejor amigo de Israel en Washington-", especialmente por el actual primer ministro en funciones, Netanyahu.