Los países de la Unión Europea (UE) pidieron este martes en el Consejo de Seguridad de la ONU mantener la presión sobre Corea del Norte tras el lanzamiento el 2 de octubre de un misil balístico desde un submarino.
"Es vital que el Consejo de Seguridad defienda sus resoluciones. Las sanciones internacionales deben seguir en pie y ser ejecutadas de forma completa y estricta", señalaron en una declaración conjunta Bélgica, Alemania, Francia, Polonia y el Reino Unido.
Los miembros europeos del Consejo de Seguridad, junto a Estonia (que ingresará el año próximo), condenaron el último ensayo norcoreano y las recientes pruebas con misiles de más corto alcance y las consideraron "provocaciones" que minan la estabilidad regional y suponen una "clara violación" de las resoluciones de Naciones Unidas.
A raíz de esas pruebas y a petición europea, el Consejo discutió este martes la cuestión a puerta cerrada, en una sesión que el embajador francés, Nicolas de Riviére, calificó de "productiva".
"Las decisiones del Consejo de Seguridad son claras: Corea del Norte está obligada a abandonar sus programas de desarrollo de armas de destrucción masiva y de misiles balísticos de forma completa, verificable e irreversible", defendió De Riviére, que habló en nombre del resto de países europeos ante los periodistas.
En ese sentido, los miembros de la UE urgieron a Pionyang a volver a las negociaciones con Estados Unidos y a dar pasos concretos para cumplir con esas obligaciones.
"No hay otra forma de lograr la seguridad y estabilidad en la península de Corea y en la región", insistió el diplomático.
El pasado fin de semana, una nueva ronda de diálogo entre norcoreanos y estadounidenses fracasó en Estocolmo, con el Gobierno del país asiático acusando a Washington de no proponer nada nuevo y poniendo en duda la continuidad del diálogo.