El canciller venezolano, Jorge Arreaza, celebró este jueves el asiento que logró su país en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas pese a la campaña que, aseguró, encabezó Estados Unidos para impedirlo.
"Es una nueva victoria de la diplomacia bolivariana de paz (...) estamos nosotros ante una victoria que habrá que mesurar, que medir en el transcurso de los próximos días pero que hoy nos atrevemos a calificar de histórica", dijo Arreaza ante periodistas desde la sede de la Cancillería venezolana en Caracas.
El jefe de la diplomacia venezolana aseguró que el Gobierno de Nicolás Maduro se enfrentó a una "campaña feroz, brutal, de EE.UU.
Dijo que la postulación de Costa Rica al Consejo fue planeada por estos países contrarios a la llamada revolución bolivariana para impedir el ingreso de Venezuela, aunque la nación suramericana venció a la centroamericana en la votación con 105 votos frente a 96.
"Sirvan estos hechos como lecciones para la soberbia y la arrogancia del unilateralismo, el multilateralismo le ha dado una gran respuesta", prosiguió Arreaza tras asegurar que altos funcionarios estadounidenses enviaron "correos desesperados" a algunos países para que no apoyaran a Venezuela en la votación.
Para Human Rights Watch (HRW) y otras ONG, Venezuela no cumplía con los requisitos para ser miembro del Consejo de DD.HH. dado el historial del Gobierno de Maduro en este ámbito.
En las últimas horas, Brasil, Chile o EE.UU., entre otros, habían llamado públicamente a frenar la candidatura venezolana, que sin embargo terminó logrando los apoyos necesarios en la Asamblea General de la ONU.
La alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, presentó este año un informe crítico sobre la situación en Venezuela.
El texto incluye casos de tortura y maltrato a personas arbitrariamente privadas de su libertad, en particular de militares, e insta a disolver la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), un cuerpo policial acusado de muchos de estos abusos.