El representante especial estadounidense para la paz, Zalmay Khalilzad, se reunió este domingo con las autoridades afganas en su primer viaje a Kabul desde que el presidente de EE.UU., Donald Trump, cancelara abruptamente las negociaciones con los talibanes el pasado septiembre.

Khalilzad se reunió con el dirigente de Afganistán, Ashraf Ghani, con quien debatió sobre "el programa del Gobierno afgano para una paz duradera", afirmó en una rueda de prensa en Kabul el portavoz presidencial, Sediq Sediqqi.

El portavoz insistió en que el Gobierno afgano sigue comprometido con su "plan y hoja de ruta para la paz", en el que "los logros de los últimos dieciocho años (desde la caída del régimen talibán) sean protegidos y no se socave el interés nacional".

Según el Ejecutivo de Kabul, el camino más corto para la paz es que "los talibanes entablen conversaciones directas con el Gobierno de Afganistán (...) y acepten un alto al fuego".

Hasta ahora, los talibanes se han negado a entablar negociaciones directas con el gabinete afgano, al que califican de simple marioneta de Estados Unidos, y su intención es primero negociar un acuerdo con Washington que contemple la retirada de las tropas estadounidenses, antes de empezar las conversaciones con Kabul.

Ese diálogo con Estados Unidos incluyó nueve rondas de negociaciones durante el último año en Doha y, aunque se llegó incluso a redactar un borrador de acuerdo, Trump canceló de manera abrupta las conversaciones en septiembre tras un atentado en Kabul en el que murió un estadounidense.

Sediqqi explicó que la reanudación de las conversaciones de paz entre Estados Unidos y los talibanes es algo que sólo compete a Washington, pero insistió en que su posicionamiento es claro: unas conversaciones entre afganos lideradas por el Gobierno de Kabul.

El representante estadounidense también se reunió hoy con el jefe del Ejecutivo afgano, Abdullah Abdullah, en un encuentro en el que se insistió "en la necesidad de la reducción de la violencia y de un alto el fuego antes del inicio de las conversaciones interafganas", según un comunicado de la oficina de Abdullah.

Khalilzad también mantuvo un encuentro con el expresidente Hamid Karzai y otros líderes e intelectuales de la sociedad civil, en la que se trató la necesidad de un alto el fuego y la preocupación sobre el retraso del inicio de las conversaciones intrafganas.

Ese diálogo interafgano tenía previsto celebrarse el 28 y el 29 de octubre en Pekín, pero de forma repentina China pidió posponerlo "unos pocos días" sin dar más explicaciones.

La guerra en Afganistán continúa con niveles muy altos de violencia, sin que parezca que la vía de las armas logrará poner fin a dieciocho años de conflicto desde la invasión estadounidense en 2001.