Han pasado dos meses desde que Ursula von der Leyen anunció su futuro gobierno de la UE. Y en aquel momento se desató una fuerte polémica por una cartera, una vicepresidencia del griego Margaritis Schinas (ND/PPE), la bautizada como Protección del estilo de vida europeo, vinculada, además a la migración. Con las horas crecieron las protestas. ¿Y la Cultura? ¿Y la Pesca? ¿Y la Investigación? Eran dudas que asaltaban a todos los grupos políticos, menos el PPE: la configuración que había hecho la presidenta electa de la futura Comisión Europea.
En estos dos meses se han relajado las críticas, porque se daba por hecho que Von der Leyen y el PPE cederían.
"He estado en contacto con Ursula von der Leyen en los últimos días", ha explicado la presidenta del grupo socialista en la Eurocámara, Iratxe García, "porque estábamos esperando una respuesta a nuestras demandas recogidas en la carta que le mandamos el 19 de septiembre. Esta mañana he recibido respuestas positivas en asuntos esenciales para nosotros".
García afirma que "el estilo de vida europeo es un logro que hay que preservar", pero "no tiene que ser defendido, sino promovido".
Pero no es el único cambio de cartera. El socialista luxemburgués Nicolas Schmit no estará al cargo solo de Empleo, sino de "Empleo y Derechos Sociales", y Virginijus Sinkeviçius (verde lituano) añadirá a su cartera la mención de pesca: Medio Ambiente, Océanos y Pesca.
Además, el socialdemócrata italiano Paolo Gentiloni, como comisario de Economía será responsable de coordinar cualquier cambio necesario en la estructura actual del Semestre Europeo, "para que no sólo el crecimiento macroeconómico sea tenido en cuenta, sino también el bienestar de la gente y el respeto del medio ambiente", explica García.
Von der Leyen y el PP europeo, ceden ahora porque lo han usado como moneda de cambio política hasta el final, porque ya no queda nada: en dos semanas está previsto que se vote la Comisión Europea en bloque en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo y tome posesión el 1 de diciembre.
El 1 de diciembre ya es un mes tarde. En efecto, a la Comisión de Von der Leyen le está costando arrancar. Al margen de la polémica por la configuración de las carteras, ha sufrido tres bajas en la primera intentona: los comisarios propuestos por Francia (Renew Europe, liberal), Hungría (PPE) y Rumanía (S&D). Hasta tal punto, que ha esperado a que cambie el gobierno rumano, popular, para cubrir el puesto.
Este martes pasaron el primer filtro en la comisión parlamentaria de Asuntos Jurídicos los tres, aunque las dudas sobre el candidato de Macron, Thierry Breton, son abundantes: será el primer comisario que desembarca tras ser CEO de una gran multinacional, Atos, con 12.000 millones de volumen de negocio y que le acaba de pagar 40 millones de euros por sus acciones. Pero la derecha –PPE y ECR– y los liberales decidieron en la comisión que no hacía falta pedir más información.
Ahora les esperan, este jueves, los exámenes en las comisiones respectivas del parlamento: Oliver Várhelyi (Hungría), comisario electo de Vecindad y Ampliación –su examen será el jueves de 8.00 a 11.00–; Adina-Ioana V?lean (Rumanía), Transporte –de 13.00 a 16.00–, y Thierry Breton (Francia), Mercado Interno –13.00- 16.00–.
Pero a Von der Leyen le sigue quedando un problema por resolver.
Cuando el Consejo Europeo y los líderes de la UE aceptaron la petición de prórroga del Brexit formulada por el Gobierno británico, establecieron la necesidad de que nombrara un comisario. De la misma manera que la anterior prórroga obligó a Reino Unido a convocar elecciones europeas, ahora debe nombrar un comisario, en tanto que la Comisión toma posesión el 1 de diciembre y el Brexit se ha prorrogado y no parece que vaya a producirse en dos semanas –el margen es hasta el 31 de enero–.
Pero Boris Johnson no responde a las cartas de Von der Leyen, y tampoco nombra comisario. Todo apuntaría a que siguiera el actual, Julian King, pero, ¿en condición de qué? ¿Sin cartera en tanto que sus competencias están repartidas en el futuro esquema? La Comisión Europea no responde a estas preguntas, pero se le acaba el tiempo para dejarlas en el aire.