El fin del acuerdo de Petrocaribe, la penuria de las cuentas públicas de Haití y la privatización del sector petrolero han contribuido a agotar el suministro de carburantes en el país y ha tenido un efecto incendiario en las calles de Puerto Príncipe.
En 2019 Haití ha experimentado por lo menos tres períodos de escasez de combustible, algunos más graves que otros, y la última crisis ya se encuentra en su cuarta semana, a pesar de los repetidos anuncios del Gobierno de la llegada de nuevos cargamentos de petróleo.
El transporte público, las escuelas, el comercio, la administración pública y privada están paralizados desde el lunes y en las protestas, aunque han comenzado a amainar este jueves, ha muerto al menos un manifestante.
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