El trabajo discográfico funciona como un viaje que invita a sumarse a sus emociones y sensualidad, y que no empalaga. Enamora por su picardía, complicidad y regusto 'disfrutón'.
"Ya yo necesito otro beso. Uno de esos que tú me da' / Estar lejos de ti e' el infierno. Estar cerca de ti es mi paz / Y es que amo siempre que llegas y odio cuando te vas / Yo me voy contigo a matar. No me dejes sola, ¿pa' dónde vas? ¿A dónde vas?", reza el estribillo de la primera canción de su trabajo discográfico, que se asienta sobre una base reguetonera.
El videoclip, compuesto por un nutrido conjunto de imágenes del dueto en distintos rincones del mundo y situaciones cotidianas como depilándose en casa o besándose en la cama, cuenta con un final sorprendente. Una vez concluye la música, Rosalía aparece sola mirando a cámara, enseñando su mano izquierda con un anillo en el dedo angular. "¡Ay, Dios mío! Y todo el rímel aquí corrido", expresa emocionada antes de mirar hacia un lado, donde aparece Rauw Alejandro. "Te amo", le dice antes de fundirse en un último beso. Una imagen que sus fans no han tardado en identificar como su pedida de mano.
La segunda y cañera canción es Vampiros, que está llamada a sonar –y mucho– en las discotecas, que recuerda al Saoko de la catalana. "Un buen perreo", como así definió Rosalía al tema que hace alusión a su vida nocturna conjunta. "Nosotros' tenemo' la calle prendía'. / Salimo de noche, llegamo' de día / Mi nena cerca de mí, mi nene cerca de mí / En verda' nunca importó lo que nadie decía", reivindican en su letra.
En su inicio, Rauw Alejandro hace referencia a la balada Hentai de Rosalía, que formó parte de su álbum Motomami, que hablaba sobre hacer el amor. "Enamorá' de tu pistola, roja amapola / Crash, esa ola. Casi me controla", entonó la catalana. En el nuevo título, Rauw Alejandro comienza utilizando las mismas metáforas: "Mi pistola no tiene seguro, se dispara sola / Es de Barcelona, pero está en carola / Ella no es seguidora. Ella es la ola".
"Cumpliré mi promesa, la que te dije aquel día / La noche despejá, no llovía. Tus ojo' robaron el agua del mar / Aunque sea un tramo largo con tu sonrisa recargo. La fuerza, las penas a tu lado no me quedan. Tu corriente todo se lo lleva", arranca cantando Rauw Alejandro en el bolero Promesa. Un género que el puertorriqueño no había explorado hasta la fecha.
"Si es libre la caída. Da igual cómo empiece, es cómo termina / Es que tú tá loquita como yo. Pesa más el corazón que la razón", reclama en su estribillo. Rosalía se incorpora en la segunda estrofa, en la que asegura: "Una promesa nunca es pa' mirar atrás".