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Richard Linklater: “El arte que me ofende son las películas de mierda que hacen los estudios intentando complacer a todos”
A Richard Linklater le pasa lo mismo. No es casualidad que el director de la trilogía de 'Antes del' (Antes del amanecer, Antes del anochecer y Antes del atardecer) sea un fan declarado del cineasta francés, hasta el punto de que este mismo año estrenará su mirada a la nueva ola francesa en Nouvelle Vague, título que tiene todo a favor para verse en el festival de Cannes.

Pero antes ha pasado por Berlinale para mostrar la otra película que ha rodado, Blue Moon, un antibiopic que cuenta la historia del compositor Lorenz Hart, al que da vida Ethan Hawke y que compuso la letra de alguna de las canciones más populares de EEUU como la que da nombre al filme. Por supuesto, su película se parece como un huevo a una castaña a la anterior que hizo, en este caso la comedia de acción Hit Man. Aunque luego en todas ellas encuentre sus obsesiones y guiños, parecería difícil decir que la misma persona que hizo Boyhood también rodó Escuela de Rock. 

La cabeza de Linklater es una coctelera cinéfila y cualquier historia que le emocione vale. En este caso era contar la melancolía detrás de esas canciones con las que creció. Pero en vez de hacerlo como cualquier filme de Hollywood (y hay películas sobre músicos para elegir), Linklater coloca a su personaje en una pieza de cámara que transcurre toda ella en 1943 dentro de un bar la noche de estreno de Oklahoma!, el musical escrito por su anterior pareja creativa, Richard Rogers. 

Margaret Qualley y Ethan Hawke en 'Blue Moon' Margaret Qualley y Ethan Hawke en 'Blue Moon'

Curiosamente, el guion de Blue Moon no es de Linklater, sino de Robert Kaplow, con quien ya colaboró en otro filme de regusto similar, Orson Welles y yo. “Le pregunté hace 12 años en qué estaba trabajando y me contó que estaba escribiendo algo sobre Lorenz Hart. Le dije que quería leerlo. Se sorprendió de que supiera quién era. Me pareció una idea genial que hablara de él a través de la noche del estreno de Oklahoma!, que fuera desde ese punto de vista y a tiempo real. Me pareció un gran desafío, aunque ya he hecho películas en tiempo real en otras dos ocasiones”, cuenta Linklater ante un reducido grupo de periodistas desde un hotel de Berlín.

La película contiene una frase que dio que hablar, y es cuando su protagonista se pregunta, “¿Quién quiere arte inofensivo?”. Una declaración de intenciones que Linklater comparte, pero que también analiza, porque depende de qué considere cada uno como ofensivo. “Para mí, el arte ofensivo son las películas de mierda de los estudios de Hollywood. No es que intenten ofender, sino complacer a todo el mundo, pero eso a mí me ofende”, dice soltando una carcajada y continúa: “Me ofende todo lo que no se esfuerza por lograr algo”. Eso sí, tampoco le gustan los “provocadores que todo lo que hace es por ofender a alguien, eso es un poco superficial, hay que tener sustancia”.

La película llega en un momento en el que en EEUU se ha censurado un libro de Julianne Moore en las escuelas para hijos de militares. Linklater cree que esa censura no llegará al cine, aunque es preocupante. “Me preocupa, es una locura, pero creo que ocurrirá con los libros. Es el manual de los autócratas, pero no creo que vayamos a tener problemas con las películas porque a mi país se le da muy bien ignorarlas. Mira lo que ha pasado con The Apprentice, es una buena película, y no la prohibieron, simplemente hicieron como que no estaba ahí, la dejaron pasar. Pero con los libros clásicos creo que es diferente porque los sienten más ofensivos. No quieren que los jóvenes los lean”, opina y también pide “estar alerta ante la censura económica, que es igual de mala y nadie es consciente de ella”.

Todo el equipo de 'Blue Moon' presenta la película en la Berlinale Todo el equipo de 'Blue Moon' presenta la película en la Berlinale

Había muchos elementos de la vida del compositor que le atraían, pero sobre todo que, en conjunto, “su vida era un desastre”. “Era un genio, pero era muy bajito, vivía con su madre, era gay cuando la homosexualidad iba en contra de la ley y además era adicto”, enumero Linklater que cree que “el alcohol ha sido el gran destructor del arte y de la vida de los artistas”. “Somos una especie consciente de nuestra propia extinción, y eso es algo único, y creo que los artistas sienten lo mismo con sus carreras, sienten que se vuelven obsoletos. He conocido a directores mayores que piensan que nunca volverán a hacer otra película. Y cuando lo veo pienso, ‘no quiero que eso me pase a mí’, pero es conmovedor, porque siempre me pregunto, ‘¿cómo sobrevive un artista a su propia carrera?’”, reflexiona el cineasta.

A pesar de ser un firme defensor de las salas y de tener su propio cine en Austin (Texas), no tiene miedo del final del modelo, y ve a muchos jóvenes descubrir películas clásicas que proyectan allí, de hecho afirma que no está tan seguro de que el mundo haya cambiado tanto. “Cuando hice Boyhood comencé a rodar en 2002, y pensé que cuando la acabara todo sería diferente, pero más allá de la moda, los coches, los muebles… todo me pareció igual. Lo único que había cambiado era la tecnología, los teléfonos. Así que me pregunto también sobre el cine, si se está haciendo un tipo de película diferente y no lo creo. Sí, hay mucho cine de superhéroes, pero eso es solo en el cine más comercial, pero no creo que las cosas estén cambiando tanto. Puede que esté cambiando tecnológicamente, pero no en lo demás, en lo material”, opina.

Menciona Boyhood y adelanta un poco de un proyecto que deja a aquella historia grabada durante doce años en pañales. Se trata de Merrily Will Roll Along, la adaptación del musical de Stephen Sondheim cuya trama abarca 20 años y que Linklater va a grabar… en 20 años reales: “Llevamos un tercio, acabamos de grabar otro de los episodios. En total son nueve partes de rodaje durante 20 años, así que se estrenará, espero, en 2040, así que nos vemos entonces”.

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