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Amos Gitai: “Ante la brutalidad del conflicto palestino-israelí, el arte debe hablar cuando el cañón dispara”

La obra, que se representará durante dos días en el Teatro de la Abadía de Madrid, llega con un reparto encabezado por la actriz francesa Irène Jacob.

En las películas de Gitai, de 74 años, que suelen combinar documental y ficción, siempre están presentes el conflicto en Oriente Medio y la identidad judía. Su teatro es, en cierto modo, una extensión de las mismas obsesiones. Estudios de mitos judíos como el Golem, documentales sobre la guerra de Yom Kipur (en la que él mismo participó), hermosas y duras películas sobre Tel-Aviv, Haifa y Jerusalén, y una continua revisión de los sucesos políticos de su país recorren su filmografía.

Sus tiempos de producción y revisión, sin embargo, son lentos. No filmaría hasta 2015 su película sobre el asesinato del presidente Isaac Rabin en 1995. Veinte años después, Gitai levantó uno de los más duros alegatos contra Netanyahu, a quien se le acusaba de haber orquestado el brutal golpe de timón que cambiaría la historia de su país. Un país que Gitai tuvo que abandonar, precisamente, tras rodar en 1980 el primero de los documentales sobre la casa protagonista de su obra.

Una casa que regentó un médico palestino y que el Gobierno israelí se apropió en 1948. Gitai ha seguido su historia a través de los años y los diferentes dueños que ha ido teniendo. Tras la película de 1980, llegaría 18 años después Una casa en Jerusalén y, posteriormente, News from home / News from house (2005).

¿Para la obra de teatro ha trabajado con material de las tres películas?

Sí, he utilizado elementos de los tres filmes. Las tres películas conforman uno solo, rodado durante más de 25 años. Lo cual es una historia rara incluso para un documental. La mayoría de la narrativa de la obra se basa en los diálogos reales que tuve con diferentes protagonistas, dueños y palestinos que trabajaban en la reconstrucción de la casa, a lo largo de los años. En esencia, la obra es un entrelazado de la memoria de esta casa durante 25 años.

'House', de Amos Gitai 'House', de Amos Gitai

Su salida de Israel se vincula directamente al rodaje de House en 1980, ¿fue esa la causa o hubo también otras?

El motivo más importante para decidir irme fue ver coartada mi libertad de creatividad. Cuando me fui, Israel solo tenía un canal de televisión. Me pidieron que cortara el discurso palestino de las películas. Cuando eso pasó entramos en una lucha legal fuerte. Pero, además, un año después grabé una película sobre la primera guerra del Líbano, Diario de campo. Ahí la situación se agravó. Me di cuenta de que no podía trabajar más allí. Así que decidí irme. Pude volver a Israel cuando Isaac Rabin subió al poder en 1995, y tardé 18 años en estrenar la segunda parte de House.

En 1992, en Gibelina y en la Bienal de Venecia, hizo sus primeras incursiones al teatro. Más tarde, en 2009, junto a Jeanne Moreau, en el Festival de Aviñón, presentó una gran pieza, La Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de la Oscuridad. Pero en los últimos años su relación con el teatro se estrecha y desde 2019 es una de sus principales áreas de trabajo. ¿Qué le interesa de la escena?

Últimamente me gusta más el teatro que el cine para trabajar. Creo que el problema del cine es que los formatos se han vuelto muy rígidos. Hay mucha inyección de dinero que viene de infraestructuras como Netflix, pero te imponen un discurso y un formato determinado. Y, francamente, cuando veo algunos de estos filmes los encuentro muy aburridos. Creo que la presentación en vivo de la escena tiene un potencial de apertura mayor, se pueden intentar otras cosas, relacionar la música, la narrativa y lo visual de otro modo. Me interesa mucho.

La pieza comienza con unas palabras en video de Jeanne Moreau. Luego, en escena brilla una de las grandes actrices del cine francés, Irène Jacob, ¿qué puede decirnos de ella?

Me encantó lo que me dijo Jeanne Moreau: “Haré una película o una obra de teatro solo si puedo aprender algo que todavía no sé”. Tengo esas palabras bien grabadas. De Irène puedo decir que es una actriz muy inteligente, curiosa y creativa. Siempre me ayuda a comprender las opciones y decisiones que necesitan interpretación.

La única forma de avanzar si no queremos acabar en una xenofobia sin salida es seguir las cadenas de diálogo

La obra que se va a ver en Madrid se estrenó en marzo de 2023 en el Teatro de la Colline en París. El 7 de octubre de ese mismo año comenzó el conflicto palestino-israelí que sigue hoy en marcha. ¿Cómo afecta esa nueva realidad a la lectura de la pieza? ¿Qué significa hacer hoy, en abril de 2025, la obra?

Estamos en un momento muy triste para Oriente Medio, con un conflicto que está ahora mismo en el pico máximo de su brutalidad. Hay una frase que dice que cuando los cañones hablan, el arte permanece silencioso. Pero creo que el arte debe hablar cuando el cañón dispara. Tenemos que tratar de recordar que somos capaces de trabajar juntos. En la obra, vemos a un grupo de israelíes y palestinos junto a un músico iraní y otro músico de Rusia. Y oímos muchas lenguas: hebreo, árabe, francés, yiddish, inglés, alemán… La única forma de avanzar si no queremos acabar en una xenofobia sin salida es seguir las cadenas de diálogo.

'House', de Amos Gitai 'House', de Amos Gitai

Pero la situación que describe la obra, donde unos palestinos trabajan en construir una casa en Jerusalén para un dueño israelí, a día de hoy parece una situación del pasado. En estos momentos donde el presidente Donald Trump habla de Gaza como un resort donde invertir, con una tregua rota con más de 50.000 muertos, entre ellos miles de niños, la realidad es otra, ¿no le parece?

Quizás, pero le voy a contar una historia. Para mi película Field Diary (1982) entrevisté al alcalde de Nablus, Bassam Shakaa. Fue atacado por los colonos y perdió ambas piernas. Fui a su casa y le hice una pregunta un poco parecida a la tuya. Y me dijo, “Amos, no podemos permitirnos el lujo de ser pesimistas. Tenemos que permanecer optimistas y creer que las cosas cambiarán, porque si no, no encontraremos la energía para seguir”. Todo lo que ha mencionado lo conozco, pero tenemos que seguir hablando de diálogo, incluso en medio de la guerra.

'House', de Amos Gitai 'House', de Amos Gitai

Tanto en su penúltima película, Shikun (2024), como en la obra que presenta ahora en Madrid, los actores hablan a cámara y al público respectivamente. Ambos trabajos se centran en la palabra, pero, paradójicamente, no hay casi diálogos, parece que hubiese también un reflejo de la imposibilidad actual de poder tenerlos...

Sí, tiene razón. No es fácil el diálogo, pero necesitamos que la gente hable entre sí. Porque, ¿cuál es la alternativa? ¿La alternativa es el disparo, la bomba, la destrucción? Y déjame llamar la atención sobre un punto. Los europeos, con sus personas inteligentes, con su hermosa pintura y su gran música, hasta hace cien años se mataron sin concesión alguna, docenas de millones de personas murieron del peor modo. Y lo hicieron solo para llegar a la conclusión simple de que podían hacerlo. En Oriente Medio, y entiéndase bien lo que digo, los israelíes, palestinos, árabes y judíos somos relativamente modestos en relación a la capacidad de salvajismo de Europa.

¿Cree que estamos más cerca de que Netanyahu deje de estar en el poder?

¡Lo espero! Aunque no lo sé. Pero déjeme recordarle la historia española. Tuvieron a Franco 40 años, ¿verdad? Netanyahu no llegará a 40. Es demasiado viejo. Pero no hablemos de posibilidades futuras. Vamos hoy, ahora, a luchar por lo que creemos.