Mike Hammer fue un detective bronco; uno de esos tipos solitarios y de pocas palabras, aunque capaces de llegar directas al hígado. Creado por Mickey Spillane para calentar el hielo de la guerra fría, Mike Hammer venía a representar los ideales de una buena parte del pueblo estadounidense.
Como buen patriota, Hammer era anticomunista y violento, además de racista y misógino a partes iguales. Su disposición ética de indiferencia ante la vida le hacía manejar su Colt sin concesiones. En una de sus novelas viene a decir que la inocencia no existe. En todo caso, existe la inocencia tocada con la culpa.