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Coches, ordenadores o petróleo: así son los dos billones de dólares de exportaciones que tendrán aranceles

Coches, ordenadores o petróleo: así son los dos billones de dólares de exportaciones que tendrán aranceles

El 75% de las exportaciones de Canadá y México depeden de Estados Unidos, aunque los expertos advierten de que el conflicto comercial que está escalando Trump también perjudica a la primera potencia mundial

Trump suspende durante un mes la aplicación de los aranceles a México tras hablar con su presidenta

“Tariffs!” [aranceles, en inglés] es la palabra que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene fijada como primera entrada en su propia red social, Truth (Verdad).

El conflicto comercial global que prometió ha comenzado. En el tablero hay cerca de un billón de dólares de exportaciones de Canadá y México, otro medio billón de China y una cifra similar de la UE que podrían sufrir los aranceles de Trump y su Administración (si es que se acaban ejecutando todos los anuncios y amenazas de Estados Unidos).

Coches, alimentos y bebidas (sobre todo, tequila) de México. Petróleo, aluminio, madera y fertilizantes de Canadá. Juguetes, ropa y muebles de China. Vino, fármacos y barcos de la Unión Europea. Estos son algunos de los principales productos que estos tres países y el bloque europeo venden a Estados Unidos, hasta sumar cerca de 500.000 millones en total cada uno (el gigante asiático casi 600.000 millones), respectivamente, como se puede observar en el primer gráfico de esta información.

Dos billones de dólares en conjunto que Trump pretende encarecer un 25% de golpe en algunos casos y un 10% en otros —para los productos chinos y el petróleo canadiense, según lo anunciado hasta ahora—, mediante un aumento de las “tariffs” que considera la política económica más adecuada para alcanzar su objetivo ultranacionalista: el “Make America great again [Haz a América grande otra vez, de nuevo desde el inglés]”. 

Es decir, una botella de tequila mexicano cuyo valor de exportación es 20 dólares se encarecerá 5 dólares. Un aumento que acabará pagando en parte el consumidor estadounidense, que empobrecerá al productor de México, según repercutan las empresas los nuevos aranceles en sus márgenes de beneficio, y también a los intermediarios (transportistas, puntos de venta…). 

Casi sin discusión entre los expertos, dentro y fuera de Estados Unidos, se trata de una estrategia con la que “perdemos todos”, ya sea por el riesgo de un repunte de la inflación si los aranceles se trasladan a los precios que pagan los consumidores y a los costes de las empresas, o ya sea por el golpe a actividades y regiones concretas que pueda suponer un movimiento de tierras en la producción, si sectores o empresas deciden trasladarse o parar por completo. Finalmente, también puede conducir a la amenaza de escasez de ciertos productos.

El propio Trump afirmó la semana pasada, en la rueda de prensa en la que anunció oficialmente el incremento de los aranceles a Canadá, México y China, que “los aranceles no causan inflación, provocan el éxito”, aunque advirtió de que, “a corto plazo, puede haber algunos problemas, pero la gente lo va a entender”. En el punto medio, están quienes piensan que el nuevo presidente de los Estados Unidos “quizá sólo quiera un trato que pueda vender como una victoria”, según explica a elDiario.es una fuente conocedora de la primera línea de relaciones comerciales internacionales, que prefiere no ser citada.

“Trump es muy transaccional”, añade. En otras palabras, proclive al intercambio. “Los aranceles pueden no ser permanentes”, coincide el equipo de expertos de Bank of America. Un análisis que cuadra con el anuncio de una tregua de un mes con México, tras “una amistosa conversación” con la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, según el propio inquilino de la Casa Blanca. Lo que está claro es que Estados Unidos es el jugador que parte con más ventaja en el tablero comercial. El 75% de las exportaciones de Canadá y México dependen de su vecino.

Para China y la UE el shock es menor. Menos de un 20% de sus exportaciones son a Estados Unidos, según los datos de 'The Atlas of Economic Complexity (Universidad de Harvard)' recogidos por elDiario.es en los gráficos de esta información.

La posición de Estados Unidos es de absoluta superioridad en el conflicto, y las represalias desde Canadá, México, la Unión Europea o incluso de China significan un golpe muy inferior si se miden individualmente. Aunque también es cierto que la suma de los tres países y el bloque comunitario representa casi un 60% de todas las exportaciones de la primera potencia mundial. Por otra parte, para algunas industrias y empresas concretas, la situación podría ser crítica si el conflicto comercial sigue escalando.

El ministro de Economía de nuestro país, Carlos Cuerpo, afirmó este lunes que “es pronto” para saber cómo puede afectar a la economía española la política arancelaria de Trump, pues todavía no ha puesto sobre la mesa qué medidas va a adoptar sobre la Unión Europea. En todo caso, Cuerpo cree que las declaraciones que está haciendo el mandatario estadounidense sobre este tema deberían poner en alerta, y “ya lo está haciendo”, a la UE para “moverse con cierto sentido de urgencia”.

“Los estadounidenses no entienden cómo los aranceles y las barreras comerciales con México no sólo conducirán a precios más altos en su país; podrían descarrilar sectores de su economía que ni siquiera sabían que dependen de su vecino”, comenta Álex González, analista de The Mexico Political Economist.

“Hay tres razones por las que creemos que los aranceles [a Canadá y México] pueden no ser permanentes. En primer lugar, serían perjudiciales para Estados Unidos, y los grupos empresariales estadounidenses ya están ejerciendo presión sobre la administración Trump”, observan los analistas de Bank of Amercia. “En segundo lugar, serán difíciles de implementar debido al alto grado de integración en la industria manufacturera en América del Norte. Por último, creemos que es probable que Canadá y México acepten la mayoría de los términos de Trump sobre migración y drogas”, prosiguen.

“Nuestra opinión sigue siendo que los aranceles temporales y las amenazas de aranceles a Canadá y México durarán hasta que se renegocie un nuevo T-MEC 2.0 [tratado entre México, Estados Unidos y Canadá]”, señalan estos mismos expertos del banco norteamericano en un informe. Este acuerdo comercial debe revisarse en 2026. “Los aranceles tienen como objetivo aumentar la influencia de Estados Unidos en estas negociaciones”, consideran.

A dónde importa y exporta México, Canadá, Estados Unidos y China

Porcentaje de las importaciones y exportaciones de cada país por origen o destino

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Fuente: Atlas of Economic Complexity (Universidad de Harvard)

“Por el contrario, vemos los aranceles contra China como parte de conflictos geopolíticos más amplios entre las dos superpotencias”, continúan. “Si asumimos que los aranceles a Canadá y México sean de corta duración, Estados Unidos experimentará un pequeño efecto negativo en el crecimiento y un aumento mayor en la inflación. En el caso de sus vecinos, el impacto será un menor PIB, una mayor inflación...”, concluyen estos expertos de Bank of America.

“Donald Trump y los nacionalistas económicos estadounidenses culpan a los mexicanos de 'robar' sus empleos industriales, cuando en realidad, Estados Unidos simplemente no sería competitivo frente a las importaciones asiáticas sin México en su cadena de suministro”, opina Álex González. “Si los trabajadores estadounidenses realmente quieren proteger sus salarios sin hundirse ante la retórica xenófoba de Trump, la colaboración transnacional entre los sindicatos de Estados Unidos y México es la forma progresista de reforzar los derechos de los trabajadores a ambos lados de la frontera”, finaliza.

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