El ministro de Economía insiste en la necesidad de financiar ese gasto con deuda común de la UE, que es una propuesta que rechazan Alemania o Países Bajos
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El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, considera que España tiene margen para aumentar el gasto militar sin necesidad de flexibilizar las normas de la disciplina fiscal que ha pactado con Bruselas, es decir, sin reclamar una mayor flexibilidad a la Comisión Europea respecto al cómputo de esas inversiones en la deuda y el déficit.
Cómo financiar el sustancial incremento del gasto en defensa ha sido uno de los temas que han tenido los ministros de Finanzas sobre la mesa en los dos últimos días ante el “momento crítico” que atraviesa Europa ante el comienzo de las negociaciones bilaterales de EEUU y Rusia sobre la guerra en Ucrania y la posibilidad de que Donald Trump abandone al Viejo Continente, que siempre ha dependendido delparaguas de seguridad de Washington.
La propuesta que ha hecho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que todavía tiene que detallarse y concretarse, es flexibilizar aún más las reglas fiscales para que los gastos en defensa no computen a la hora de valorar la deuda y el déficit públicos. La fórmula es activar la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento a título nacional, es decir, cada país lo podría solicitar si considera que el aumento de gasto en defensa es una emergencia y una situación extraordinaria que le impide cumplir con la disciplina fiscal.
Cuerpo ha sugerido que eso no será necesario en el caso de España, que es uno de los países con un ratio de gasto en defensa más bajo de la UE y aún alejado del compromiso de llegar al 2% del PIB. “La previsión del incremento en el gasto en materia de defensa es una previsión que se hace en paralelo al cumplimiento de las reglas fiscales. Prevemos que podamos aumentar nuestra capacidad o inversión en defensa y sigamos cumpliendo con la regla de gasto.
Más allá de la flexibilidad del espacio fiscal a nivel nacional, el Gobierno español sostiene que es necesario usar “todos los instrumentos” que están a disposición de la UE para financiar ese gasto. Y básicamente se refiere a dos: la financiación por parte de entidades como el Banco Europeo de Inversiones que preside Nadia Calviño y la emisión de deuda común para dar un “enfoque europeo” a esa necesidad.
Sin embargo, los eurobonos cuentan con el rechazo de países como Alemania o Países Bajos, que rechazan incrementar el endeudamiento a nivel europeo.
Sobre el actual plan de recuperación y resiliencia, para el que España espera el quinto pago, el ministro no ha dado muchos detalles de cómo va la negociación. Lo que ha reconocido es que hay dos vías “paralelas”. Por un lado, la conversación con la Comisión Europea para determinar qué hitos y objetivos están cumplidos y otra a nivel nacional con las fuerzas políticas para intentar sacar adelante el impuesto al diésel, que es una de las obligaciones que se han resistido por ahora.
Cuerpo se ha mostrado convencido de que el acuerdo llegará a tiempo para que España reciba el quinto desembolso completo.
Bruselas exige que la reforma fiscal, que es la principal medida asociada al quinto pago, se recaude un 0,3% del PIB. El impuesto al diésel supondría un tercio de esa cifra, que se completaría con la no deflactación del IRPF y el aumento de la recaudación por la buena marcha de la economía. El Gobierno dejó fuera del paquete fiscal el impuesto al diésel por la falta de acuerdo, pero Pedro Sánchez se mostró confiado el pasado mes de diciembre en sacarlo adelante a través de un decreto ley.
Otro de los asuntos que han abordado los ministros de Economía ha sido la estrategia para reforzar la competitividad del continente frente a EEUU o China y han analizado la 'Brújula' que presentó Von der Leyen hace unas semanas. Como parte de ese debate, España planteó el impulso de “proyectos piloto” para avanzar en la unión del mercado de capitales que se le resiste a la UE y en los que pudieran participar algunos países.
Cuerpo ha invitado a sus colegas europeos a una reunión en Valencia el próximo 13 de marzo para “poder lanzar los proyectos en este marco y fijar una hoja de ruta y calendario específico para poder avanzar”. El ministro ha asegurado que la propuesta ha tenido una acogida “muy buena”.