El margen de refino se desploma un 40,5%, hasta 6,6 dólares por barril, frente al récord de 15,6 dólares que alcanzó en 2022
Repsol celebra el fin del impuesto a las energéticas: “Afortunadamente el problema se ha acabado”
Repsol registró un beneficio neto de 1.756 millones de euros en 2024, un 45% menos respecto a los 3.168 millones del ejercicio anterior, en un contexto marcado por la caída de precios de los hidrocarburos y los márgenes de refino.
El resultado neto ajustado de la primera petrolera española, que mide la marcha de los negocios, fue de 3.327 millones, un 34% inferior, en un ejercicio en el que el precio medio del barril de crudo Brent cayó un 2,2%, hasta los 80,8 dólares, y el margen de refino se desplomó un 40,5%, hasta 6,6 dólares por barril, frente al récord histórico de 15,6 dólares que alcanzó en 2022, tras la crisis energética por la invasión de Ucrania.
La compañía registró en sus cuentas el impacto del segundo y último año del impuesto especial al sector, que ha decaído este año por la falta de apoyos parlamentarios para prorrogarlo, y que ascendió a unos 335 millones, frente a los más de 440 millones de 2023.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) cayó un 19%, hasta los 7.488 millones. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que 2024 “ha sido un año clave” para lograr “un crecimiento sostenible y rentable a futuro”.
“Durante este período, el sólido desempeño operativo en nuestros negocios nos ha permitido seguir cumpliendo con los hitos marcados para el primer año de nuestro período estratégico hasta 2027. Asimismo hemos distribuido en torno a 1.900 millones de euros a nuestros accionistas, incluyendo un dividendo de 0,90 euros brutos por acción a la vez que amortizábamos 60 millones de acciones que representan aproximadamente un 5% de nuestro capital social”, dijo.
Las inversiones del grupo presidido por Antonio Brufau ascendieron a 5.700 millones, un 5,7% menos respecto a la cifra récord de 6.167 millones del año anterior.
La deuda neta se situó en 5.008 millones, 524 millones menos que al final del tercer trimestre de 2024. El ratio de apalancamiento del grupo se situó en el 14,7%.
La liquidez se situaba en 9.453 millones, 3,51 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.
La energética anunció el abono de un dividendo complementario, con cargo a 2024, de 0,5 euros por acción, a cobrar en este próximo verano. Junto al primer dividendo, liquidado en enero, de 0,475 euros (casi un 19% más), la retribución vía dividendo con cargo a 2024 será de 0,975 euros por título, un 8,3% más.
El grupo procederá a recompras de acciones por un mínimo de 700 millones en 2025. Para ello, propondrá a la junta de accionistas una reducción de capital de acciones por una cantidad equivalente a 350 millones, de los que 300 millones se obtendrán a través de un programa de recompra de acciones y 50 millones de euros a través de la liquidación de derivados existentes, que se espera sea ejecutado antes de finales de julio.
Dentro de su plan estratégico 2024-2027, Repsol prevé alcanzar un rango de distribución a los accionistas de entre el 25% y el 35% del flujo de caja operativo del periodo.
De cara a 2025, Repsol prevé un sólido flujo de caja de las operaciones entre 6.000 y 6.500 millones con una cifra normalizada de inversiones netas entre 3.500 y 4.000 millones, considerando en torno a 2.000 millones de desinversiones y rotación de su cartera de activos.