Multiplicar la inversión privada, buscar fórmulas para exprimir la pública -con una breve mención a los eurobonos-, avanzar en la Unión de Mercados del Capital, mejorar la conectividad física -con más líneas de alta velocidad entre capitales europeas- y digital, eliminar barreras administrativas, rediseñar impuestos para evitar la fragmentación... En medio de un maremágnum de valoraciones y propuestas en el recetario de Enrico Letta para que la UE mejore su competitividad, el ex primer ministro italiano ha colado un duro diagnóstico de las consecuencias que un mercado único volcado en el crecimiento en términos macro ha tenido en la agudización de la desigualdad.