El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia que pone freno a las empresas que contratan detectives privados para espiar a sus trabajadores mientras están de baja. Está terminantemente prohibido que estos detectives investiguen lo que los trabajadores hacen en sus casas. Así lo ha establecido la Sala de lo Social al dar la razón a un trabajador de una empresa gallega despedido porque, mientras estaba de baja por cervicalgia, sus jefes enviaron un detective a su casa y fue fotografiado trabajando en el mantenimiento de su jardín.