Ocho años después, la ciencia les vuelve a dar la razón. Los olivareros españoles perdieron en la última campaña una media de 63 céntimos por kilo de aceite vendido, mientras que la industria envasadora ganó 50 céntimos y los supermercados, 18 céntimos.
Así se desprende del último estudio de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra (AOVE), un informe encargado por el Ministerio de Agricultura a la Universidad de Jaén y que el Observatorio de la Cadena Alimentaria —compuesto por representantes del sector primario, la industria, la distribución y los consumidores— aprobó este martes.