El bitcoin y otras criptomonedas se han convertido este 2021 en un producto de inversión tan de moda como controvertido. Los bancos centrales, en su mayoría, se están situando en contra de este tipo de activos, mientras que la banca comercial y de inversión todavía no encuentra su discurso al respecto. Mientras algunas entidades, especialmente en EEUU, han comenzado a ofrecer servicios vinculados a las criptomonedas, otras, como las españolas, evitan tomar posiciones o incluso las critican, a la espera de conocer cómo se regularán en el futuro.