La secretaria de prensa de la Casa Blanca también ha anunciado que se aplicará el 10% sobre China
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La Casa Blanca ha confirmado este viernes que empezará a aplicar a partir de este sábado 1 de febrero los aranceles del 25% sobre los productos de México y Canadá, así como el 10% sobre China.
“A partir de mañana, estos impuestos estarán vigentes”, ha explicado Leavitt en rueda de prensa. “Estas son promesas hechas y promesas cumplidas por el presidente”. El jueves por la tarde, Trump planteó la posibilidad aplicar excepciones a las importaciones de petróleo canadiense y mexicano, pero hoy la secretaria de prensa se ha abstenido de hacer comentarios sobre la cuestión.
Cuando hizo el anuncio, a través de su red Truth Social, el presidente vinculó la imposición de los aranceles a la llegada de migrantes y fentanilo a Estados Unidos. “Este arancel permanecerá en vigor hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión a nuestro país. Tanto México como Canadá tienen el derecho y el poder absoluto de resolver fácilmente este problema”, escribió en su momento el magnate, que prometió aplicarlos el primer día que llegara a la Casa Blanca.
El republicano aplicó la misma lógica para China, al que acusó de no haber frenado suficiente el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
México y Canadá son dos de los principales socios comerciales de Estados Unidos, por lo que la aplicación de los aranceles comerciales tendrá un fuerte impacto en la economía norteamericana y el efecto inmediato que se puede esperar es un aumento de los precios. Una de las principales razones por la que mucha gente votó a Trump en las elecciones fue con la creencia que el coste de la cesta de la compra disminuiría. Trump así lo prometió.
La aplicación estos nuevos aranceles para México y Canadá supondrá infringir el tratado firmado con estos países en 2020. El presidente favoreció este nuevo acuerdo que sustituyó el NAFTA (North American Free Trade Agreement) de 1994 que el republicano criticó durante su anterior campaña electoral. El tratado debe revisarse en 2026 y el equipo de Trump ya ha estado considerando posibles cambios para evitar que China use a México como base desde donde exportar sus vehículos eléctricos, aceros y otros bienes hacia Estados Unidos.
El presidente ha convertido los aranceles en su principal carta dentro de la política internacional. No solo ha amenazado con usarlos contra sus vecinos para solucionar problemas que no tienen ningún tipo de relación, sino que ha hecho lo mismo con China, Rusia y Colombia, siendo este último el caso más reciente.
Trump amenazó con imponer aranceles ante la negativa del presidente colombiano, Gustavo Petro, de aceptar la deportación de 160 connacionales.
Petro se negaba a ello por el trato que se les daba a las personas, siendo repatriadas con dos aviones militares y esposados. Al viejo estilo del republicano, el conflicto diplomático se desencadenó a golpe de tuit y fue desenredado en cuestión de horas.
La semana pasada, Trump también amenazó a Rusia a través de un post de Truth Social con “altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones a cualquier” producto ruso si el presidente Vladímir Putin no hace “una oferta” paz un acuerdo de paz en Ucrania.
La aplicación de los aranceles, también es vista por Trump como una manera para impulsar la economía americana. Durante su intervención en Davos, el presidente advirtió que si no se fabrican los productos dentro de territorio estadounidense, se tendrán que pagar aranceles. “Si no fabricas tu producto en Estados Unidos, lo cual es tu prerrogativa, entonces, muy simple, tendrás que pagar un arancel”, afirmó el republicano, que también anunció “la mayor desregularización de la historia” y el “mayor recorte de impuestos”. Todo con el fin de convertir el país en un destino atractivo para las empresas.
Ahora bien, parece que no todos los miembros del nuevo gobierno comparten la misma visión sobre los aranceles. Las medidas proteccionistas han sido objeto de críticas veladas por parte de los titulares del Tesoro y Comercio. El secretario del Tesoro, el gestor de fondos de cobertura Scott Bessent, dijo a sus inversores a principios de 2024 que el efecto inflacionista de los aranceles “fortalecería el dólar, lo que difícilmente es un buen punto de partida para un renacimiento industrial en Estados Unidos.
Howard Lutnick, el nuevo secretario de Comercio, cuando Trump hizo el primer anuncio sobre los aranceles, intento quitarle hierro diciendo que las amenazas de aplicar tarifas a las importaciones son solo una “estrategia de negociación”.
Después de tres bajadas consecutivas de los tipos de interés, la Reserva Federal ha optado por la prudencia y anunció este miércoles que mantendría el precio del dinero a la espera de ver como la nueva administración aterriza sus políticas económicas.