Los conservadores alemanes, con Friedrich Merz a la cabeza, han vencido con holgura en las elecciones generales que han dejado a la ultraderecha en un histórico segundo puesto. La Gran Coalición de CDU/CSU-SPD sumaría, con 328 escaños
El conservador Merz gana las elecciones en Alemania y la ultraderecha logra un histórico segundo lugar
Mapa - Los resultados de las elecciones en Alemania, distrito por distrito
Las urnas han confirmado los pronósticos: el país más poblado y la mayor economía de la Unión Europea gira a la derecha. Los conservadores alemanes, con Friedrich Merz a la cabeza, han vencido con holgura en las elecciones generales celebradas este domingo.
El segundo lugar es para la ultraderecha, que se anota un resultado histórico en unos comicios en los que los alemanes han castigado con dureza a los partidos que han formado parte de la impopular coalición gubernamental que sostenía a Olaf Scholz.
1- Victoria de la CDU con peor resultado de lo previsto... Pero la Gran Coalición suma
Junto a sus hermanos bávaros de la CSU, los conservadores de la CDU han ganado con comodidad, con un 28,5% de los votos, según los resultados provisionales. Se trata de un dato inferior lo pronosticado por las encuestas, que les daban en torno al 30%. También es el segundo peor resultado de la historia del partido hegemónico en la Alemania de posguerra, solo por detrás del estrepitoso fracaso en los comicios 2021.
La CDU gana cinco puntos porcentuales respecto a esas elecciones. Según las encuestas, la mayor parte de los sufragios parece provenir de votantes socialdemócratas, seguidos de los liberales del FDP, además de antiguos abstencionistas.
La victoria coloca como favorito a la cancillería a Merz, antiguo rival de la excanciller Angela Merkel y ubicado en el ala más derechista de la CDU.
En todo caso, la Gran Coalición de CDU/CSU-SPD sumaría, con 328 escaños sobre los 316 necesarios.
Fuente: Bundestag, Gobierno de Alemania
2- Una AfD más fuerte que nunca
Tras una campaña centrada en el debate sobre inmigración, la ultra Alternativa para Alemania (AfD) es una de las grandes ganadoras y vuelta alto: consigue su mejor resultado hasta la fecha en unas elecciones nacionales, duplica sus números respecto a 2021 y se convierte en el segundo partido con mayor porcentaje de voto, el 20,8%.
AfD también consagra un resultado récord para un partido de ultraderecha en unas elecciones nacionales desde la derrota del nazismo a mediados del siglo XX. Ha habido otras formaciones de este corte en el pasado, pero no tenían tanto éxito. Con el crecimiento del grupo parlamentario, el partido ultra podrá ampliar su aparato y tener más financiación a su disposición que nunca.
Si se observa el trasvase de voto, AfD bebe principalmente de antiguos abstencionistas, votantes de la CDU y de los liberales.
A lomos de un discurso xenófobo y ultraconservador, y con el respaldo de Elon Musk el turbulento ascenso de la formación ultra, parcialmente calificada como extremista por los servicios secretos y favorable a Rusia, sacude el tablero político alemán y amenaza con envalentonar a otros partidos de derecha radical en el continente europeo.
3-La división este-oeste se mantiene
El mapa de los resultados sigue mostrando una división este-oeste. AfD se consolida en la parte oriental del país, en el territorio de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), donde ha tenido tradicionalmente más fuerza. Se impone como el partido más votado en las regiones del este salvo en un distrito de Postdam.
La AfD también conquista la circunscripción de Kaiserslautern (Renania-Palatinado), en el territorio de la antigua República Federal de Alemania. Es una pequeña isla azul en un oeste donde predomina el negro de la CDU.
4- Debacle del SPD, que dice adiós a Scholz
Debacle para los socialdemócratas del SPD, que se derrumban hasta el tercer puesto con el 16,4%, un mínimo histórico. De hecho, son los peores resultados de la historia del otrora prominente Partido Socialdemócrata alemán desde finales del siglo XIX.
La pesadumbre es evidente en las filas del SPD, que habla de datos “amargos”, “devastadores” y “catastrófico”. El partido paga caro la experiencia del gobierno tripartito y se deja más de nueve puntos respecto a 2021. Muchos de sus votantes se han ido a la CDU y, en segundo lugar, a AfD, según los sondeos.
Como se esperaba, en el clásico debate televisivo con el resto de candidatos, Olaf Scholz ha confirmado que no formará parte de un gobierno con los conservadores, ni tampoco participará en las negociaciones. El liderazgo probablemente recaerá en el popular Boris Pistorius, el actual ministro de Defensa.
5- Los Verdes, tocados pero no hundidos
Los Verdes quedan en cuarto lugar con el 11,6% de los sufragios. A la formación ecoliberal le pasa factura su participación en el Ejecutivo –su candidato era el ministro de Economía en un país en recesión–. Sin embargo, es el socio de gobierno que menos puntos pierde respecto a las últimas elecciones, en las que sacaron un histórico 14,8%.
6- Resurrección de Die Linke, que gana en Berlín
Die Linke, una formación que estuvo al borde de quedarse fuera del Parlamento en 2021 y a la que muchos daban por muerta, logra recuperarse con un 8,8% tras un fulgurante resurgimiento durante la campaña electoral, en la que el partido de izquierdas ha optado por identificar distritos electorales estratégicos y hacer acciones como el puerta a puerta, apelando al espíritu antifascista. Die Linke ha recibido principalmente apoyos de antiguos votantes del SPD y los Verdes, los dos partidos de centroizquierda en el Gobierno.
La formación, que tiene su origen en la izquierda poscomunista, ha dado la sorpresa en Berlín, donde ha arrasado en porcentaje de voto y se ha colocado por encima de la CDU y los Verdes. Por primera vez en la historia, consigue ganar un distrito electoral en la antigua Berlín occidental (Neukölln). Die Linke también ha sido la fuerza más votada por los jóvenes en estas elecciones.
7- Fiasco de la izquierda rojiparda
El suspense se ha mantenido hasta bien entrada la noche por la posible entrada de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) y las repercusiones que podía tener, ya que podía obligar a formar un gobierno tripartito y abrir un escenario de mayor inestabilidad. Pero, tras un baile en las proyecciones, el debut en las federales de la izquierda rojiparda ha sido un fiasco: según los resultados provisionales, se queda fuera del Bundestag al no superar el umbral del 5% necesario por solo tres centésimas (4,97%).
El partido creado tras una escisión de Die Linke –que cosechó buenos números en elecciones regionales en el este– se ha presentado a los comicios con una oferta política de izquierda en lo económico y de derecha en cuestiones como la migración, sobre la que mantiene posicionamientos casi indistinguibles de los de AfD.
8- Fracaso de los liberales
Los liberales del FDP quedan pulverizados y no sortean la barrera del 5% para entrar al Bundestag. El partido fue la tercera pata del Gobierno de Scholz hasta que su rostro más reconocible, Christian Lindner, fue destituido como ministro de Hacienda tras una amarga disputa presupuestaria, allanando el camino para el adelanto electoral a febrero.
La formación proempresarial y neoliberal pierde siete puntos respecto a 2021, una derrota, como ha reconocido el propio líder del FDP, Lidner, que ha anunciado su retirada de la política este domingo.
9- Camino de una gran coalición
La composición del Parlamento está limitada a 630 miembros tras una reforma de la ley electoral. Los conservadores tienen diputados suficientes para formar una mayoría con los socialdemócratas del canciller saliente, Olaf Scholz. El país va por tanto, camino, de una nueva gran coalición, también denominada 'groko' o rojo-negro.
El batacazo de BSW evita que la CDU se vea abocada a entablar también conversaciones de coalición con los Verdes, con los que mantienen importantes divergencias políticas. AfD ha tendido la mano a Merz, pero el líder conservador ha descartado en numerosas ocasiones –la última este mismo domingo– pactar con la formación ultraderechista tras romper el tabú de la colaboración con un acercamiento parlamentario el mes pasado.
A partir de ahora, los mismos partidos políticos que se han pasado toda la campaña criticando las políticas y los candidatos de los demás tienen que encontrar la manera de hacer buenas migas y trabajar juntos. Se sumergen entonces en unas negociaciones tortuosas que pueden durar semanas, incluso meses, para llegar a un entendimiento y cerrar un acuerdo de coalición. Hasta entonces, el actual Ejecutivo permanecerá en funciones.
Merz ha insistido en quiere completar la formación de Gobierno para Semana Santa y ha pedido negociaciones rápidas. “El mundo no espera y tampoco nos espera a nosotros, ni a largas y difíciles negociaciones de coalición. Tenemos que sentar pronto las bases para que Alemania vuelva a ser bien gobernada”, dijo en la sede de su partido.
Como canciller, el líder de la CDU tendrá que ponerse manos a la obra para hacer frente a una economía que arrastra dos años en recesión y un momento geopolítico convulso, con la presidencia de Donald Trump sacudiendo la relación transatlántica.
10- Alta participación
La participación en las elecciones generales de Alemania ascendió a entre el 83% y 84%, según los pronósticos de las cadenas de televisión públicas ARD y ZDF, lo que supone la cifra más alta desde la reunificación del país en 1990.
Los alemanes han acudido a las urnas tras una campaña atravesada por la inmigración y la economía como temas centrales. El estado de ánimo era pesimista. Según una encuesta de ARD, en la semana anterior a las elecciones, el 83% de los entrevistados veía con preocupación la situación del país, mientras que solo el 12% sentía confianza.