La ONG considera que este es un paso más del Gobierno ruso "por silenciar la disidencia y aislar a la sociedad civil" y ha adelantado que no va a dejar de documentar y denunciar violaciones de derechos humanos
Rusia cierra la oficina de Amnistía Internacional en Moscú
La Fiscalía General rusa declaró este lunes “organización indeseable” a Amnistía Internacional (AI), muy crítica con la involución democrática vivida por este país en los últimos años, especialmente desde el comienzo de la guerra en Ucrania en febrero de 2022.
“Desde el comienzo de la 'operación militar especial' los activistas (de AI) hacen todo lo posible para instigar el antagonismo militar en la región, justifican los crímenes de los neonazis ucranianos, llaman a incrementar su financiación e insisten en el aislamiento político y económico de nuestro país”, señala el comunicado colgado en la página web de la Fiscalía.
La Fiscalía destaca que Amnistía International Limited está registrada en Londres y que sus integrantes “apoyan organizaciones extremistas y financian las actividades de agentes extranjeros”.
“La organización se posiciona como un activo abanderado de la defensa de los derechos humanos en el mundo. En realidad, la sede londinense de AIL es el centro de preparación de proyectos rusófobos globales, pagados por los cómplices del régimen de Kiev”, señala.
La declaración de “organización indeseable” se produce en virtud de la una ley que permite a las autoridades prohibir arbitrariamente cualquier organización extranjera y criminalizar sus actividades, según indica la entidad y pone en riesgo de procesamiento judicial a organizaciones socias y simpatizantes que trabajen con la ONG.
“Según la legislación rusa, la participación en las actividades de una 'organización indeseable' está penada. Las infracciones cometidas por primera vez pueden conllevar multas administrativas de hasta 15.000 rublos (unos 185 dólares estadounidenses). Las infracciones reiteradas, así como la financiación o la gestión de dichas organizaciones, conllevan responsabilidad penal y pueden conllevar penas de prisión de hasta seis años”, explica Amnistía Internacional.
La oficina de AI en Moscú fue cerrada por las autoridades en abril de 2022 debido a “infracciones de la legislación local” y un mes antes el regulador de las comunicaciones Roskomnadzor bloqueó el acceso a la web de la ONG en ruso.
En su último informe sobre 2024, AI denunciaba que Rusia había endurecido la campaña de persecución de la disidencia con la excusa de la guerra.
Las leyes de la guerra promulgadas por el presidente ruso, Vladímir Putin, permitieron condenar a 171 personas, a lo que hay que sumar la apertura de casi un centenar de nuevos procesos, señalaba.
En virtud de la ley antiterrorista, fueron abiertos otros 114 expedientes por justificación del terrorismo, muchos de ellos contra personas exclusivamente por expresar sus puntos de vista, añadía.
El informe recordaba que la Justicia rusa declaró en 2024 agente extranjero a otras 169 organizaciones, medios de comunicación e individuos, mientras 65 grupos fueron declaraciones indeseables.
AI: “Algo debemos estar haciendo bien”Amnistía Internacional considera que este es un paso más del Gobierno ruso “por silenciar la disidencia y aislar a la sociedad civil” y ha adelantado que no va a dejar de documentar y denunciar violaciones de derechos humanos. “Algo debemos estar haciendo bien, si el Kremlin nos prohíbe”, dice Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, en un comunicado.
“No cederemos a las amenazas y seguiremos trabajando para que la población rusa pueda disfrutar de sus derechos humanos sin discriminación. Igualmente seguiremos documentando y denunciando los crímenes de guerra cometidos en Ucrania por Rusia”, recalca Callamard.