La líder ultraderechista francesa, Marine Le Pen, lamentó la derrota de su partido en las legislativas de este domingo, pero se aferró a que han duplicado sus apoyos por lo que consideró que “pone los cimientos de la victoria futura”.
“Esto es una victoria en diferido”, aseguró Le Pen, que no pidió la dimisión del presidente, Emmanuel Macron, pese a lo que consideró un “fracaso” del jefe del Estado.