Durante décadas, las obras de Jack London, Julio Verne o H. G. Wells fueron una puerta de entrada a la lectura de novelas a través de las aventuras y fantasías literarias que planteaban Colmillo blanco, Viaje al centro de la Tierra, La máquina del tiempo y muchos otros títulos. Ahora, las corrientes culturales parecen haber alejado a estos autores del imaginario adolescente.
La identificación de estos autores con las lecturas de juventud había llegado a provocar una tendencia a higienizar sus obras.