Alemania tiene un oscuro pasado. En ocasiones, la sombra de ese pasado alcanza a las grandes empresas germanas, ya sea la aseguradora Allianz, el fabricante de coches Daimler o a la entidad financiera Deutsche Bank. La última empresa en verse afectada por turbias relaciones con el III Reich es la consultora global Roland Berger.
Esta empresa de consultaría, con más de 2.000 empleados y un volumen de negocio superior a los 500 millones de euros, fue fundada por el emprendedor de éxito internacional Roland Berger en 1967, mucho después del final de la II Guerra Mundial y de la derrota del régimen de Adolf Hitler.